Más del 90% de los gazatíes ha huido de sus hogares; expertos alertan que no existen refugios seguros y denuncian violaciones al derecho internacional humanitario.

Nueve de cada diez habitantes de Gaza han abandonado sus hogares durante la guerra (2023–2025), en un territorio con fronteras prácticamente cerradas. Académicos y organismos internacionales consultados por la BBC califican el fenómeno de “sin precedentes” por sus condiciones: órdenes de evacuación reiteradas, ausencia de lugares seguros y desplazamientos múltiples dentro de un área pequeña y densamente poblada. Israel sostiene que las evacuaciones son temporales y se realizan para proteger a civiles en su ofensiva contra Hamás, en apego al derecho internacional.
Antecedentes y contexto
El actual ciclo comenzó tras el ataque liderado por Hamás contra el sur de Israel el 7 de octubre de 2023. Desde entonces, las autoridades sanitarias de Gaza —cuyas cifras la ONU considera fiables— reportan más de 66.000 fallecidos y unas 170.000 personas heridas por bombardeos israelíes. La ONU estima que alrededor del 92% de las viviendas del enclave han sido dañadas o destruidas desde octubre de 2023, lo que profundiza la precariedad habitacional y dificulta el retorno de desplazados.
Declaraciones y posturas de actores relevantes
- Académicos y especialistas. Dawn Chatty (Universidad de Oxford) afirma que el caso es “diferente a cualquier otro desde la Segunda Guerra Mundial” por la combinación de atrapamiento, repetición de evacuaciones y falta de refugios seguros. Daniel Blatman (Universidad Hebrea de Jerusalén) subraya el “atrapamiento, la repetición y las condiciones letales” como rasgos distintivos. Yuval Shany (Universidad Hebrea) señala la “incapacidad de la gran mayoría de la población civil para abandonar por completo la zona de conflicto”.
- Autoridades israelíes. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) indican que los avisos de evacuación buscan “proteger a los civiles”, con rutas y corredores designados, y que operan conforme al derecho internacional humanitario. La embajada de Israel en Londres rechaza las acusaciones de desplazamiento forzado, crímenes de guerra y genocidio; sostiene que las evacuaciones son temporales y que el objetivo es minimizar daños.
- Organismos y ONG. Amnistía Internacional, la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ACNUDH) y Human Rights Watch han cuestionado la legalidad de las evacuaciones, señalando que la naturaleza “masiva, generalizada y repetida” no cumpliría con los criterios de protección de civiles. Una comisión de la ONU ha concluido que Israel comete genocidio; Israel lo niega categóricamente.
- Voces palestinas. Husam Zomlot, jefe de la Misión Palestina en el Reino Unido, vincula la experiencia actual con la Nakba de 1948–1949. Testimonios como el de Soha Musleh, enfermera y madre de dos niños, describen hasta ocho mudanzas internas por sucesivas órdenes y combates.
Cifras, documentos y datos oficiales
- Magnitud del desplazamiento. La ONU estima que 9 de cada 10 gazatíes han huido de sus casas desde 2023; familias se han mudado en promedio seis veces (algunas hasta 19), según el Consejo Danés para los Refugiados (2024).
- Movilidad interna y “zonas humanitarias”. Israel ha instado a trasladarse a al-Mawasi, área costera designada como “zona humanitaria”, que ha sido objeto de ataques cuando, según Israel, se detectaron amenazas o actividades militares. Imágenes satelitales muestran campamentos que surgen, se vacían y reaparecen en Hamad City y otros puntos, correlacionados con nuevas órdenes.
- Control y evacuaciones. En los últimos meses, más del 80% de Gaza ha estado bajo control militar israelí u órdenes de evacuación; en julio llegó al 88%, según la ONU. En su punto mínimo, el área restante habitable equivalía a una franja de 9 km × 5 km, con zonas cubiertas de escombros.
- Condiciones de refugio. Organismos que trabajan con la ONU calculan 0,5 m² por persona en tiendas y refugios; el equivalente a 40 personas en una habitación de 4×5 m. Las agencias denuncian obstáculos a la entrada de ayuda; Israel afirma haber incrementado suministros y que la infraestructura humanitaria en el sur está preparada para la población prevista.
Implicancias políticas, sociales y económicas
- Derecho internacional humanitario. Persisten dudas jurídicas sobre la legalidad de órdenes de evacuación masivas, la efectividad de avisos y la disponibilidad real de rutas seguras. El debate afecta responsabilidades estatales y la rendición de cuentas futura.
- Demografía y gobernanza. El vaciamiento del norte y la concentración poblacional en zonas centrales (Jan Yunis y Deir al-Balah) reconfiguran necesidades de servicios, seguridad y administración local, con infraestructura severamente dañada.
- Ayuda y reconstrucción. La escala de destrucción (vivienda, servicios, vías) anticipa costos de reconstrucción muy elevados y una dependencia prolongada de asistencia internacional. La continuidad del conflicto condiciona el acceso humanitario.
- Memoria y narrativa. Las referencias a la Nakba refuerzan percepciones de desplazamiento permanente entre la población palestina, con efectos de largo plazo en cohesión social y expectativas de retorno.
Próximas acciones, escenarios o consecuencias posibles
- Persistencia del desplazamiento interno si continúan operaciones militares y nuevas órdenes de evacuación en áreas densamente pobladas.
- Aumentos puntuales de retorno temporal si algunas zonas son reclasificadas como seguras, con riesgo de nuevos ciclos de salida.
- Escalada diplomática y judicial: mayor escrutinio internacional, posibles procesos en foros multilaterales y judiciales sobre cumplimiento del derecho internacional.
- Ventanas humanitarias limitadas: ampliación o restricción del acceso a ayuda según negociaciones, seguridad de corredores y capacidad logística.
Panorama
El desplazamiento interno en Gaza, caracterizado por evacuaciones sucesivas dentro de un territorio sellado y con recursos críticos limitados, se ha consolidado como un fenómeno excepcional por sus condiciones más que por su cifra absoluta. Mientras Israel sostiene que sus medidas buscan proteger a la población civil y cumplir el derecho internacional, organizaciones y expertos cuestionan su legalidad y efectividad. La situación humanitaria y jurídica seguirá determinada por la evolución del conflicto, el acceso a la ayuda y las decisiones de las partes y de la comunidad internacional.