La policía italiana arrestó a un argelino sospechoso de elaborar documentos para extremistas relacionados con los atentados bomba de Bruselas y las autoridades belgas acusaron a un hombre conectado con una redada en Francia, al ampliarse la investigación de los ataques a otros países. Ante unos vínculos con los ataques de París en noviembre cada vez más claros y entre críticas de que los países europeos no han hecho lo suficiente para compartir su información de sobre radicales islamistas, la cooperación parece estar estrechándose. Los atentados suicidas que tuvieron como objetivo el aeropuerto de Bruselas y un tren de metro en hora punta dejaron el pasado martes 31 víctimas mortales, entre ellas tres de los atacantes, así como centenares de heridos. La responsabilidad de los mismos fue reivindicada por Estado Islámico.