Especialista analiza el impacto que puede tener jugar en ciudades ubicadas en altitudes elevadas.
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La Liga 1 tiene a 12 equipos que juegan de local en ciudades de altura.
El Torneo Apertura ya comenzó y en él participan 19 equipos de los cuales 12 juegan sus partidos en ciudades situadas entre los 2000 y 3900 metros sobre el nivel del mar, situación que lleva al debate sobre si eso es un factor que puede influir en rendimiento y la salud de los jugadores.
El impacto de la altura en el fútbol peruano vuelve a tomar relevancia porque puede puede incidir tanto en el desempeño deportivo como en la salud de los futbolistas.
El Dr. Gustavo Gonzales Rengifo, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL) y experto en enfermedades de altura, advierte sobre los efectos adversos de la exposición a la altitud.
“Los futbolistas no aclimatados pueden experimentar síntomas como dolor de cabeza, insomnio y fatiga prematura, lo que no solo afecta su rendimiento, sino que también puede representar un riesgo para su salud”, señaló el especialista.
Estadios como el Daniel Alcides Carrión, en Cerro de Pasco (4378 m s. n. m.), y el Guillermo Briceño Rosamedina, en Juliaca (3824 m s. n. m.), se encuentran entre los más altos del mundo, representando un reto considerable para los equipos no acostumbrados a este tipo de escenarios.
Estudios científicos han demostrado que los jugadores experimentan molestias al llegar a la altura, lo que descarta la existencia de un supuesto “período blanco” de adaptación inmediata.
En ese contexto, algunos equipos han comenzado a reforzar sus planteles con futbolistas acostumbrados a la altura, como el reciente fichaje del arquero boliviano Guillermo Viscarra por Alianza Lima.
Ciclo de aclimatación
Sin embargo, el Dr. Gonzales enfatiza que estas medidas individuales no abordan el problema de fondo. “Para una aclimatación óptima, los jugadores deberían tener al menos cinco días de adaptación y, en algunos casos, hasta dos semanas, para estabilizar la saturación de oxígeno en la sangre y mejorar su resistencia aeróbica”, explicó.
Este periodo de aclimatación ayudaría a estabilizar la saturación de oxígeno en la sangre y a mejorar la resistencia aeróbica. Otras recomendaciones serían entrenar en cámaras hipóxicas o en localidades de altura para desarrollar una mejor adaptación fisiológica.
“En mi experiencia, el jugador de nivel del mar que mejor responde a la altura es aquel quien antes de subir tiene una baja frecuencia cardiaca y una mayor saturación arterial de oxígeno”, afirmó el especialista.
Desde la Facultad de Ciencias de la Salud de la USIL, el Dr. Gonzales y su equipo continúan impulsando la investigación en fisiología del deporte, con el objetivo de aportar soluciones científicas que permitan proteger la salud de los futbolistas sin comprometer la competitividad del torneo.
“El reto está en encontrar un equilibrio entre la identidad geográfica del fútbol peruano y la seguridad de los jugadores. La implementación de protocolos adecuados es una necesidad urgente”, señaló.
La Facultad de Ciencias de la Salud de la USIL incluye la carrera de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, la cual destaca por su investigación científica en los efectos de la altura.
Como se sabe, en el 2013, Yair Clavijo, jugador de Sporting Cristal, de 18 años, falleció por un paro cardiorrespiratorio durante un partido en Urcos, Cusco, a 3400 m s. n. m.