Se ha reforzado la seguridad en Machu Picchu debido a la controversia generada por la dispersión de cenizas humanas.
El Perú anunció que reforzará la seguridad en el parque arqueológico de Machu Picchu, ubicado en Cusco, luego que una pareja de turistas esparciera presuntas cenizas humanas en la ciudadela inca, considerada un lugar sagrado, informó el Ministerio de Cultura.
«Vamos a reforzar las medidas de vigilancia en el lugar», con más cámaras de seguridad y vigilantes, aseguró el jefe del Parque Arqueológico de Machu Picchu, César Medina.
La semana pasada se viralizó un video sin fecha en la red social TikTok donde se ve a dos mujeres en la ciudadela inca abrir una pequeña urna y arrojar al aire cenizas.
Las imágenes estaban acompañadas de un texto con la leyenda «una despedida llena de amor en Machu Picchu», y los hashtags #cenizas #esparcircenizas.
El video de una duración de 30 segundos ya ha sido borrado de la cuenta @IncaGoExpeditions, una agencia de turismo que la difundió.
Según el jefe de Machu Picchu, no pudieron denunciarlo porque la legislación local no contempla sanciones por esos hechos.
«La policía tomó conocimiento, pero no se ha hecho la denuncia porque no se le puede armar un caso a la agencia (de turismo que difundió el video) por algo que no está penado», indicó el funcionario.
El caso servirá para prohibir esta práctica por razones de salubridad, agregó Medina.
Machu Picchu, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1983, cuenta con algunos vigilantes y cuatro cámaras de seguridad.
Desde el 16 de octubre el aforo máximo de visitantes que recibe al día Machu Picchu asciende a 4,500. Durante la temporada alta, que empezó el 1 de junio y culminó el 15 de octubre, el aforo aumentó a 5,600 turistas al día.
Machu Picchu se ubica a 130 kilómetros de la ciudad de Cusco y a 2.438 metros de altura. Fue construida en el siglo XV por orden del emperador inca Pachacútec (1438-1470).