MININTER NO PAGA: por captura de terroristas del Vraem recompensa de S/1 millón a informantes

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Los colaboradores “Ángel”, “Diablo” y “Orejas” asistieron a los agentes de la Dircote en la captura de los hijos de los cabecillas “José” y “Gabriel” y de otros dos mandos militares en 2023. El Gobierno presentó la operación antiterrorista como un gran éxito.

Detenidos. José Quispe Zuñiga, «Josediño», y Marcos Quispe Vargas, «Gabrielito», terroristas del Vraem. Foto: difusión

Tres pobladores que entregaron información a las autoridades, para la ubicación y captura de miembros de la organización terrorista enquistada en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), afirman no haber recibido la recompensa económica que se les había prometido.

Los informantes “Ángel”, “Diablo” y “Orejas” sostienen que sus vidas y las de sus familias corren peligro, porque sin el dinero están imposibilitados de desplazarse a zonas seguras, para evitar las represalias de los miembros del llamado militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP), dirigido por el cabecilla de Sendero Luminoso, Víctor Quispe Palomino.

Con la información que suministraron los tres colaboradores, agentes de la Dirección contra el Terrorismo (Dircote) detuvieron a cuatro hijos de importantes figuras de la cúpula del MPCP.

Operación de alto precio

El 30 de setiembre 2023, en el distrito de Canayre (Huanta, Ayacucho), fue intervenido José Quispe Zúñiga. “Josediño”, de 24 años, segundo hijo del líder del MPCP, Víctor Quispe Palomino, camarada “José”. Su madre es Elena Zúñiga Córdova, camarada “Elena”, integrante también de la organización criminal.

Y el 13 de noviembre de ese año fue aprehendido en Mayapo, Llochegua (Huanta, Ayacucho), Marcos Quispe Vargas, “Gabrielito”, de 23 años. Se trata del primogénito de Marcos Quispe Palomino, camarada “Gabriel”, muerto durante una exitosa operación antiterrorista en el Vraem, en 2013. Su mamá es la vocera oficial y mando político del MPCP, Florabel Vargas Figueroa.

En la misma operación antiterrorista en la que resultó preso “Josediño”, cayeron sus compañeros Jeison Ramos Andrade, camarada “Andrés”, de 24 años, y Romeo Campos Mansilla, camarada “Romeo”, de 19 años, hijos de dos exmandos del MPCP.

Todos los intervenidos se encontraban en plena actividad terrorista.

“Andrés” es hijo de Dioniso Ramos Limaquispe, camarada “Yuri”, mando militar capturado en 2015. Su madre es Nélida Andrade Aybar, camarada “Nelly”. Mientras que “Romeo” es hijo de Hugo Campos Córdova, camarada “Julio Chapo”, mando militar detenido en 2019. Ida Mansilla Parra, camarada “Ida”, es la mamá del camarada “Romeo”.

Las capturas de “Josediño” y “Gabrielito” fueron promocionadas por el Gobierno de la presidenta Dina Boluarte como un duro golpe a la cúpula de los terroristas del Vraem, luego de varios años de ausencia de logros.

Incluso el jefe de la Dirección contra el Terrorismo (Dircote) de ese entonces, general PNP José Zavala Chumbiauca, resaltó que la operación fue resultado de varios meses de seguimiento y trabajo de campo, a cargo de agentes de inteligencia de su unidad con el Comando Especial del Cevraem.

Fuentes del Ministerio del Interior confirmaron que el pago de la recompensa se encuentra pendiente, que se trata de un proceso muy elaborado y que se les abonará el dinero. No precisaron detalles de plazos ni montos (ver nota aparte).

“Andrés”. Jeison Ramos Andrade, hijo de Dioniso Ramos Limaquispe, “Yuri”. “Romeo”. Romeo Campos Mansilla, hijo de Hugo
Campos Córdova, “Julio Chapo. Foto: difusión

Colaboradores en peligro

Una investigación de La República determinó que tres pobladores, que residen en la zona del Vraem conocidos por los apelativos de “Ángel”, “Diablo” y “Orejas” —según los registros de la Dircote—, fueron quienes contribuyeron en la identificación, ubicación y arresto de “Josediño” y “Gabrielito”, y de otros dos terroristas.

“Ángel” “Diablo” y “Orejas” confirmaron a este diario que ellos facilitaron evidencias fotográficas y números telefónicos que condujeron a los agentes a la captura de los hijos de los mandos senderistas.

Desde hace un año y medio, “Ángel”, “Diablo” y “Orejas” salen de las localidades donde residen en el interior del país, para trasladarse a Lima y reclamar la recompensa de un millón de soles que les había prometido el propio general José Zavala. Y solo reciben respuestas evasivas.

La gratificación económica por su trabajo no es un invento de los informantes.

El Programa de Recompensas del Ministerio del Interior ofrece un pago económico de un millón de soles a aquellas personas que entreguen información sobre la ubicación y captura de cabecillas o mandos políticos o militares de la organización terrorista del Vraem. Así como S/500.000 para los mandos medios y S/100.000 para combatientes de dicha red criminal.

“Ángel”, “Diablo” y “Orejas” no han recibido un centavo, pese a la relevancia de los resultados que logró la Dircote con la información que suministraron.

Guerra de inteligencia

De acuerdo con los testimonios recogidos por este diario, “Ángel”, “Diablo” y “Orejas” fueron captados por un exterrorista que desertó de las filas del camarada “José”, y los condujo a la sede de la Dircote, en la cuadra 4 de la avenida España, en el Cercado de Lima.

Los tres fueron presentados ante el general José Zavala, quien les dijo personalmente que si entregaban información sobre la ubicación de los líderes del MPCP, el Gobierno les pagaría un millón de soles por su colaboración.

Durante varios meses, los colaboradores proporcionaron información sobre los cabecillas del MPCP, entre ellos la camarada “Olga”. Al mando de una columna armada, “Olga” incursionaba en los centros poblados de Villa Virgen, Unión Mantaro, Cintiaro y Nuevo Progreso, en el distrito de Canayre (Huanta, Ayacucho), para efectuar actividades proselitistas. Los informantes conocían todos sus movimientos.

También estaban al tanto de los desplazamientos de los camaradas “Julio Puka” y “Fernando”, mandos militares encargados del cobro de cupos a los traficantes de drogas y tala ilegal en la selva de Huanta, así como en los sectores de Alto Mantaro, Valle Hermosa y Jesús Belén, en la provincia de Satipo, en Junín.

Hablan los informantes

Asimismo, los colaboradores que entregaron información de los movimientos de los hijos de los cabecillas del MPCP, “Josideño” y “Gabrielito”, en la zona de Canayre. Llegaban a la localidad para jugar fulbito con los pobladores de la zona y asistían a las discotecas donde se divertían tomando licor.

“Nosotros sabíamos con qué frecuencia llegaban ‘Josediño’ y ‘Gabrielito’ a Canayre. A ellos les gustaba jugar pelota con la gente del pueblo, pero lo que más los atraía eran las discotecas y las chicas”, relató “Ángel” a La República.

Toda la información fue entregada al jefe del equipo de Inteligencia la Dircote, coronel PNP Rully Salazar Musayón, encargado de las operaciones de los objetivos de alto valor en el Vraem.

Incluso “Ángel” facilitó el número telefónico tanto de “Josediño”, como del hombre de confianza del camarada “José”. Un poblador de la zona encargado de la seguridad personal del hijo de “José”, y de su sobrino “Gabrielito”, quien los resguardaba cada vez que llegaban a Canayre. “Gabrielito” fue el primero en caer. Y resultó el hilo conductor del resto.

“Josediño” y “Gabrielito” siempre andaban juntos.

Un mes antes que se ejecutara la operación, el coronel Rully Salazar recordó a los colaboradores que estaba en juego el pago de un millón de soles por la cabeza de los hijos de los mandos del MPCP, en especial por “Josediño”, el hijo predilecto del camarada “José”.

“Ustedes preocúpense con entregarnos a ‘Josediño’ y ‘Gabrielito’ y nosotros les vamos a dar su plata”, aseguró el coronel Salazar a los colaboradores.

Cuando les cayeron encima

El viernes 29 de setiembre de 2023, los colaboradores alertaron a la Dircote que “Josediño” y “Gabrielito” ingresarían a Canayre porque ese día se festejaba un aniversario más del distrito. El pueblo estaba de fiesta. Sin embargo, solo llegó “Gabrielito”. Estuvo toda la noche divirtiéndose y tomando cerveza en la plaza de Canayre, junto a su hombre de seguridad, sin imaginar que su captura era inminente. Horas después en estado etílico fue conducido a un hostal de Canayre para que descansara, cuya habitación fue cerrada con candado. Eran la 5 a.m. del 30 de setiembre cuando los agentes de inteligencia de la Dircote al mando del coronel Rully Salazar atraparon sin disparar un solo tiro a “Gabrielito”.

“¡Ya está hecho, jefe!”, le dijo “Ángel” por teléfono al coronel Salazar.
Un mes y medio después, el 13 de noviembre de ese año, como parte del trabajo de colaboración, fue capturado José Quispe Zúñiga, “Josediño”, cuando se desplazaba por el centro poblado de Mayapo, ubicado en el distrito de Llochegua, de la provincia ayacuchana de Huanta.

Los resultados fueron muchos mejores que los esperados con el arresto de “Josediño”, “Gabrielito” y otros dos terroristas.

Pero el Gobierno no cumplió con ellos.

“Nosotros tenemos familia y hemos arriesgado nuestras vidas. No es justo que hasta ahora no nos paguen”, expresaron los colaboradores a este diario.

Explicaron que la Dircote les entregó únicamente S/750 para los pasajes, alimentos y hospedaje.

“Cada vez que hablamos con el coronel Salazar sobre el tema del dinero, recibimos como respuesta que el Programa de Recompensa del Ministerio del Interior no suelta el dinero”, señalaron. Es hora de cumplir.

Mininter confirma el pago pendiente

● Fuentes del Mininter indicaron que el expediente del pago de recompensa por la captura de “Josediño” y “Gabrielito” se encuentra en evaluación y verificación.
● “Posiblemente, en los próximos días se efectuará el abono a la Policía Nacional para el pago correspondiente a los colaboradores”, señalaron las fuentes.
● Explicaron que la demora del pago se debió a que la Dircote no había adjuntado la documentación respectiva sobre la participación de los colaboradores en la operación.

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