Morata o Kane, capitanes hacia la eternidad

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España y Inglaterra se verán las caras este domingo en la gran final de la Eurocopa 2024.

Los delanteros Álvaro Morata y Harry Kane.

    

Igor Netto, Ferran Olivella, Giacinto Facchetti, Franz Beckenbauer, Anton Ondruš, Bernard Dietz, Michel Platini, Ruud Gullit, Lars Olsen, Jürgen Klinsmann, Didier Deschamps, Theodoros Zagorakis, Iker Casillas, Cristiano Ronaldo, Giorgio Chiellini… Y Álvaro Morata o Harry Kane, el capitán que pasará a la historia en la final de la Eurocopa 2024 cuando levante la copa Henri Delauney al cielo de Berlín como campeón del torneo.

El soviético Igor Netto fue el primero, en 1960. Después de liderar a su selección al oro en los Juegos Olímpicos de Melbourne, también lo hizo después en la primera Eurocopa de la historia, cuando la URSS derrotó a Yugoslavia en la final en el Parque de los Príncipes de París, dirigido por el centrocampista 55 veces internacional y que conquistó cinco campeonatos soviéticos con el Spartak de Moscú, además de tres copas.

Su gesto en el Mundial de 1962 pasó a la historia. Deportividad absoluta. El 6 de junio de 1962, en la tercera jornada de la primera fase, advirtió al árbitro, Cesare Jonni, que un gol a favor de la Unión Soviética había entrado por fuera de la red. Fue anulado. Su equipo venció por 2-1 y alcanzó los octavos de final, en los que fue eliminado por Chile.

El central italiano Giorgio Chiellini fue el último en conquistar la Eurocopa. A sus 36 años. Puro carácter en la ‘Azzurra’, contundencia y jerarquía. El capitán más veterano en ganar la competición. Desde su liderazgo defensivo, junto a Leonardo Bonucci, su equipo apenas encajó cuatro tantos, soportó la ofensiva de España en la semifinal y se impuso en la agónica tanda de penaltis a Inglaterra, con el mérito de hacerlo en Wembley.

Gullit, ante un millón de personas

El capitán más joven en ganar la Eurocopa es otra leyenda del fútbol: el neerlandés Ruud Gullit, con 25 años y 298 días cuando Países Bajos doblegó por 2-0 a la Unión Soviética en la final de la Eurocopa de 1988, con un gol suyo, el 1-0, y con aquella volea imborrable de Marco Van Basten que supuso el 2-0, con él como atacante más que centrocampista durante el torneo. Es el único capitán que ha ganado un título en la historia holandesa.

“Ganar para tu país es el mejor logro de tu vida porque vives allí. Serás un héroe por el resto de tu vida”, expresó después el capitán ‘oranje’, que fue Balón de Oro en 1987 y de Plata en 1988, que marcó una época con el Milan y que ofreció la copa de campeón europeo a más un millón de personas por los canales de Amsterdam. Cuatro días antes de la final, organizó una fiesta en una discoteca para celebrar el pase a la final.

Sólo un capitán, el español Iker Casillas, ha sido doble campeón de la Eurocopa, en 2008 y 2012, en el ciclo triunfal, eterno e incontestable que dirigió a la selección española hasta las cotas más altas de su historia, también con el Mundial de Sudáfrica 2010, con él como figura imprescindible por sus paradas. Aún se recuerdan para siempre los penaltis contra Italia en los cuartos de final de 2008, cuando España entendió que estaba preparado para ganar, primero a las órdenes de Luis Aragonés y después de Vicente del Bosque.

Ferran Olivella fue el primer capitán de España como campeón de una Eurocopa en 1964, con el inolvidable gol de Marcelino y el triunfo contra la Unión Soviética en el estadio Santiago Bernabéu. El defensa del Barcelona, internacional en 18 partidos con España, levantó el trofeo de campeón. Fue el pionero, al que luego siguió Casillas. Y quizá ahora lo haga Morata. Lo determinará la final de este domingo.

Beckenbauer, Platini, Deschamps, Cristiano Ronaldo…

La lista de capitanes de la Eurocopa es ilustre, repleta de referencias del fútbol a lo largo de su historia, con algunos de los mejores futbolistas de todos los tiempos, como el alemán Franz Beckenbauer, el líder de Alemania en el título de 1972, uno de los más grandes en el juego del balón. Un futbolista formidable e imponente, en aquella función de líbero que maravilló al mundo. Eterno. Fue campeón de Europa y del mundo: 1972 y 1974.

Fue el primer éxito en una Eurocopa de Alemania, que luego ganó el torneo otras dos veces más; una capitaneado por Bernard Dietz, jugador del Duisburgo, que dirigió el equipo que venció en 1980 y fue internacional en 53 ocasiones, y otra por Jurgen Klinsmann, en 1996, por la lesión de su compatriota Lotthar Matthaus.

Goleador 41 veces en 89 duelos con Alemania, Klinsmann marcó tres goles en el recorrido hasta el título, incluso jugó la final con una lesión en el gemelo y aportó la asistencia del gol de oro de Olivier Bierhoff.

Ha sido el último capitán alemán hasta la fecha en levantar la Eurocopa. El conjunto germano no ha vuelto a ganar la competición continental.

Michel Platini fue el líder indiscutible de Francia en 1984. El brazalete de capitán le perteneció, también el don del gol, aparte de unas cualidades formidables. Su fase final es historia, porque marcó nueve goles, más que nadie jamás en una misma edición, porque provocó y culminó remontadas impensables y porque anotó algún tanto en cada uno de los cinco encuentros, incluida la final de París. Fue imparable para todos sus adversarios.

Francia volvió a ser campeona en el año 2000, con la capitanía de Didier Deschamps, entonces medio centro, hoy el seleccionador del conjunto galo, que ha logrado ganar el Mundial, pero aún no la Eurocopa como entrenador. Sí lo hizo como jugador, tanto la Copa del Mundo, en 1998 también con el brazalete, como la competición continental.

Cristiano Ronaldo, el hombre de los récords en la Eurocopa, también fue el capitán de Portugal en el triunfo de la Eurocopa 2016. El único título de la historia del conjunto luso, con el mejor futbolista de su historia, lesionado en la final ante Francia en el primer tiempo, pero capital dentro y fuera del vestuario para aquella hazaña, culminada en el estadio de Saint Denis ante Francia y Antoine Griezmann, con el gol en la prórroga de Eder. Ha jugado seis Eurocopas y cinco Mundiales. Alemania 2024 ha sido su última competición europea.

La moneda de Facchetti

Giacinto Facchetti, uno de los grandes laterales zurdos de la historia de su país, capitaneó a Italia al título de 1968. También capitán del Inter, con 634 partidos oficiales y 75 goles, eligió acertadamente el lado de la moneda que resolvió el empate en las semifinales contra la Unión Soviética en el estadio San Paolo de Nápoles, después de 120 minutos de juego.

Sin penaltis, la solución fue esa. Fuera de los ojos del público, Tschenscher, el árbitro alemán del encuentro, y los capitanes Facchetti y Albert Alekseyevich Shesternyov, acompañados de un oficial de la UEFA, se fueron al vestuario. Unos minutos después, Italia estaba en la final. La ganó en el desempate, esta vez sobre el terreno, contra Yugoslavia en Roma: 2-0. En el primer duelo, habían igualado.

En la edición de 1976, Anton Ondruš fue el capitán de Checoslovaquia, resuelta a su favor en la final contra Alemania con aquella tanda en la que sobresalió el penalti de Panenka. Defensa central alto y fuerte, él dirigía a sus compañeros sobre el terreno. No dudó en lanzar en aquella tanda también. Transformó su disparo.

En 1992, la selección de Dinamarca estaba de vacaciones cuando la reclamaron para reemplazar a Yugoslavia en la fase final, por la Guerra de los Balcanes. Su capitán era Lars Olsen, que tuvo que viajar en coche desde Turquía hasta Suecia. Más de 4.000 kilómetros. El centrocampista lo jugó todo en la fase final, hasta ser campeón contra Alemania.

Nada más sorprendente que Grecia, campeona en 2004 con Theodoros Zagorakis como capitán y pieza clave en el medio campo. En el sistema defensivo de su equipo, efectivo al máximo, basó el conjunto heleno su increíble campeonato, paso a paso, hasta el duelo definitivo contra Portugal, a la que venció por 0-1 en su casa por medio de Angelos Charisteas. Zagorakis fue elegido el mejor jugador del torneo.

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