El papa Francisco recibió a miles de artistas circenses en el aula Pablo VI del Vaticano, que se exhibieron ante él y le llevaron dos cachorros de tigre y de pantera para que los pudiera acariciar.
"Sabéis hacer sonreír a un niño, iluminar la mirada de una persona y hacer que los hombres se sientan más cercanos los unos de otros, pero también asustar al papa con estas caricias. ¡Sois poderosos!", dijo el papa Francisco a los 7.000 participantes.