Piura: cientos de peregrinos se dirigen a Ayabaca para venerar al Señor Cautivo

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Peregrinos parten en busca de la bendición de “El Cautivo”

Peregrinos caminan durante varios días para llegar al santuario del Señor Cautivo de Ayabaca, una de las celebraciones religiosas más importantes de Piura y del norte del país. Fotos: David Ramos/Anthony Camizán
Peregrinos caminan durante varios días para llegar al santuario del Señor Cautivo de Ayabaca, una de las celebraciones religiosas más importantes de Piura y del norte del país.

    

Cada año, un numeroso grupo de hombres y mujeres de todas las edades emprenden un viaje desde diversos lugares de nuestro país, así como del norte, con un propósito sagrado: venerar al Señor Cautivo de Ayabaca. Su determinación es inquebrantable mientras se encaminan hacia el santuario, con la intención de participar en alguna de las tres procesiones programadas para los días 12, 13 y 14 de octubre.

Estos devotos peregrinos avanzan sin detenerse, sin importar las inclemencias del tiempo, ya sea el ardiente sol o el frío de la noche. Lo que los impulsa es su profunda fe en el Señor Cautivo. A medida que avanzan, entonan el cántico: “Perdón, Señor, perdón; si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad”. Durante una semana, recorren un extenso trayecto de 220 kilómetros que los separa de la capital regional, Piura.

Entre los peregrinos, se encuentran hombres, mujeres, niños y ancianos, todos comprometidos con su misión. Caminan por carreteras asfaltadas y senderos pedregosos, dedicando su tiempo a la oración ya veces entonando cánticos, a menudo acompañados de instrumentos musicales. 

Algunos llevan consigo “medallitas”, rosarios, cirios e imágenes de Cristo Crucificado, incluso cargan pesadas cruces. Nada puede detenerlos en su determinación de llegar al santuario del Cristo Cautivo. Algunos llegan a postrarse de rodillas y derramar lágrimas al alcanzar su destino, demostrando la intensidad de su devoción.

El Señor Cautivo de Ayabaca es una imagen de Jesucristo vestido con túnica y manto color morado con bordados dorados que permanece de pie con los brazos cruzados a la altura del pecho y las muñecas atadas con un cordón, en representación del momento en que, tras ser apresado en Getsemaní, Cristo fue abandonado por sus discípulos, tal como se narra en los Evangelios.

La festividad dura del 1 al 15 de octubre. La peregrinación hacia Ayabaca congrega a miles de devotos de todo el Perú, en especial de las regiones vecinas como La Libertad, Lambayeque, Tumbes. Aunque la devoción al Señor Cautivo también cruzó las fronteras y motiva la peregrinación de creyentes de países como Ecuador y Colombia. 

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