Mucho ruido político en una asonada que terminó engordando políticamente a Dina Boluarte
Terroristas reciclados y mineros ilegales se quedaron con los crespos hechos.
El martes 17 de enero, la periodista cusqueña Karerina Bayona Olivera advirtió que estudiantes universitarios estaban siendo enviados en buses como ganado a la capital para enfrentarse a las fuerzas del orden, en lo que se había denominado pretensiosamente ‘La Toma de Lima’.
‘Los están enviando como carne de cañón y creo que son conscientes de eso, porque hemos visto dolorosas despedidas ayer en el caso de los universitarios. Se están despidiendo de sus propias familias, de sus compañeros, de sus madres, como si estuvieran yendo a la guerra’, manifestó.
Y no se trataba de un hecho aislado, pues ese mismo martes 17 de enero, caravanas de camiones, buses, combis y automóviles iniciaron un amenazante recorrido a Lima: de Puno partieron pobladores aimaras, de Madre de Dios mineros ilegales y de Arequipa, Cusco, Huancavelica, Tacna y Ayacucho personajes de todo tipo.
La periodista Karerina Bayona advirtió: ‘Estamos hablando de la Federación estudiantil de universitarios del Cusco que han salido de la Universidad San Antonio Abad. Recordemos que esta Federación ha albergado a personajes como Guido Bellido, señaló la mujer de prensa, poniendo el dedo sobre una llaga recién abierta.
Al día siguiente, el miércoles 18 de enero, los representantes de México y Brasil ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), Otávio Brandelli y Luz Baños Rivas, abogaban por el apresado ex presidente Pedro Castillo Terrones y su fallido golpe de Estado del 7 de diciembre pasado.
Ese mismo día se supo que uno de los operadores de las revueltas era Antonio Melquíades Ponce Hilario (59), conocido por la policía como ‘Camarada Melquiades’, un terrorista de Sendero Luminoso que purgó condena de 18 años en el penal Castro Castro por volar torres de alta tensión y que fue acusado de asesinar al abogado Rodrigo Franco.
Ponce aún sigue en los atestados de la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote) pues recientemente un testigo protegido lo acusó de realizar arengas a favor de SL junto a otras personas con escopetas, como señalan documentos policiales.
La presidenta Dina Ercilia Boluarte Zegarra (60), en tanto, participaba el miércoles 18 de enero en la Misa y Te Deum por el 488° aniversario de la fundación de Lima, como si nada pasara, cargando un fardo político de casi medio centenar de muertos en las revueltas de los días anteriores.
En la tarde de ese mismo día, la rectora de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), Jeri Ramón, denunció que el congresista de Perú Democrático, Guillermo Bermejo, había acudido a esa casa de estudios con otros legisladores para azuzar a los manifestantes.
‘No preveíamos que iban a llegar el congresista Guillermo Bermejo y otros congresistas a la universidad a azuzar e incentivar a los estudiantes. Ellos, como demócratas que representan al Estado, deberían medir todos los efectos’, dijo la rectora de la universidad donde pernoctó un grupo de manifestantes.
En la tarde del jueves 19, empezaron los desmanes, con los intentos fallidos de los revoltosos por tomar tres aeropuertos del interior del país. En Lima, se registró un incendió en un edificio del jirón Carabaya, en las inmediaciones de la Plaza San Martín.
A las 9:00 de la noche, la presidenta Dina Boluarte emitió un mensaje a la Nación, cuando aún no se disipaban los humos de las protestas y ella se perfilaba como la ganadora política:
‘A los que están marchando, ¿quién los financia? porque no están trabajando. ¿Quién está manteniendo a sus familias? En sus protestas no hay ninguna agenda social que el país necesite. Sus protestas están al margen de la ley’, expresó.
(Cierre de edición: 13:25 del 20/01/23)