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Toda acción amerita una reacción. Si queremos que el Perú cambie, que nuestro “estatus quo” de la política nacional cambie, es inminente hacer mudanzas radicales en los representantes de la clase política nacional. Estamos convencidos que como están las cosas en la clase política la situación va a ir de mal en peor. Ha llegado el momento de renovar los cuadros políticos de manera radical y profunda. Los indicados y los responsables de realizar estos cambios son los comités dirigenciales de los partidos y movimientos políticos que van a participar en las próximas elecciones presidenciales del 2016.
El mal ejemplo, la mediocridad, la inmoralidad y la falta de ética por decir lo menos ha sido una constante en el actuar en la vida profesional y personal de un sinnúmero de congresistas de la república. Reiterar sus malas acciones es para revolver el estomago de la opinión pública. El encubrimiento, como mal ejemplo de espíritu de cuerpo congresal, ha llevado a asolapar todas sus malas acciones para terminar en la impunidad de muchos padres de la patria. Y eso debe terminar ahora, con una depuración inmediata de todos los congresistas que quieren reelegirse y tienen antecedentes de inmoralidad. El escudo de estos va a ser que al no haber sentencia ética, ni judicial, aparentarán estar limpios de polvo y paja. Pero los hechos hablan por sí solos. Los partidos políticos no pueden evadir su responsabilidad pues bajo su auspicio y promoción es que los candidatos al congreso son elegidos, sus errores, delitos y faltas deben ser asumidas directamente por los partidos y movimientos que los acogieron para lograr su elección. Esto debe reglamentarse para que el escarmiento y la pena recaigan en sus mentores.
Ha llegado la hora de renovar la política nacional, extirpando de cuajo a los malos políticos que quieran infiltrarse o mantenerse en los cargos representados por la voluntad popular. Ha llegado el momento de que la opinión pública les exija a los partidos y movimientos políticos la presentación de listas saneadas, fumigadas y limpias de estos parásitos improductivos, que se afincan en el congreso para sentarse a chuparles las ubres del Estado, para succionar del erario público los recursos monetarios a cambio de nada. A cambio de calentar el asiento y dedicarse a embromar presentando proyectos de ley ridículos, para justificar de mala manera los opíparos sueldos que reciben.
Es responsabilidad de los partidos políticos y movimientos expectorar violentamente a todo postulante que no esté a la altura de la majestad del congreso, como representante digno de un pueblo tan noble como el nuestro.
Ha llegado la hora de hacer cambios radicales y renovar los cuadros políticos para obtener resultados positivos. No podemos seguir en esta espiral de mediocridad y corrupción en la que el gobierno Nacionalista nos ha sumergido.
Estamos a tiempo de exigir a los partidos y movimientos políticos que nos ofrezcan opciones valederas para poder elegir. No nos pueden poner en la encrucijada de tener que elegir entre los peores.
Ha llegado el momento en que los electores tenemos que estar preparados e informados para saber por quién vamos a votar, a quién vamos a poner a nuestro servicio, y a quién el Estado le va pagar para que se entregue en la tarea de dar lo mejor de sí, para mejorar la calidad de vida de los más necesitados. Aún estamos a tiempo, seamos exigentes, pidamos información profunda y confiable. No regalemos nuestro voto a postulantes que quieren recuperar su “inversión” y lograr pingües ganancias haciendo de la política “su” negocio perfecto. Hasta mañana amigos de Primera.
