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El tránsito vehicular en la Carretera Central se restituyó desde las 6 a.m. del día de ayer. Ello luego de que concluyeran los trabajos de remoción de escombros que afectaron la vía nacional a causa de la caída de huaicos.
Según se conoció, el deslizamiento de lodo y piedras obstaculizó el tránsito a la altura del kilómetro 32 de la Carretera Central, pero constató que desde la madrugada del lunes los vehículos pudieron circular con total normalidad en la vía.
Por su parte la jefa de la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (Sutran), María Jara, consideró inadmisible que los usuarios de esta vía hayan tenido que esperar más de 48 horas para poder circular con sus unidades.
Ella reconoció que el domingo hubo serias restricciones para establecer comunicación con la empresa concesionaria, que desplegó dos retroexcavadoras para la limpieza del lugar, entre los kilómetros 61 y 68 de la Carretera Central.
“El deslizamiento no ha sido de grandes dimensiones, apenas si ha ocupado uno de los carriles y la empresa ha debido contratar una maquinaria que permita la limpieza de manera rápida”, subrayó.
Frente a este tipo de contingencias, Jara reiteró a los usuarios de la Carretera Central que, para evitar los congestionamientos vehiculares en esta vía, tomen rutas alternas establecidas por la Sutran.
Como se sabe, tras la caída del último sábado de un lodazal y piedras, entre los kilómetros 61 y 68, en San Jerónimo de Surco, provincia limeña de Huarochirí, la vía permaneció bloqueada desde esa noche en el sentido hacia la sierra y selva central.
Ello motivó que buses interprovinciales y camiones permanezcan varados en dicha vía por 48 horas, pues los más de 600 metros cúbicos de lodo y rocas que cayeron en la carretera bloqueó toda la vía impidiendo que los buses puedan llegar a sus destinos.
Inmediatamente, la Sutran dispuso de maquinaria pesada para el retiro de las piedras y el lodo, así como la habilitación de varias rutas alternas para el paso de los vehículos, que en la mayoría de los casos trasladaban en buses interprovinciales a familias enteras que viajaban a la sierra central y la selva a pasar las fiestas navideñas.
