SALVEN GAZA: A pesar de que el presidente Biden ha estado presionando durante meses el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, viene postergando la firma de un acuerdo de cese al fuego

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Esta negativa está causando una creciente frustración entre los votantes estadounidenses que desaprueban la política de Biden en Oriente Medio, en particular entre los demócratas progresistas, las comunidades árabes y musulmanas, lo que podría inclinar la balanza en un escenario electoral tan polarizado como el de Estados Unidos.

La situación entre Biden y Netanyahu respecto al alto el fuego en Gaza no solo tiene implicaciones para la política exterior, sino también para la interna en Estados Unidos, especialmente con las elecciones presidenciales en noviembre. Biden ha enfrentado críticas por su manejo del conflicto, lo que ha afectado su apoyo entre votantes árabe-americanos y progresistas. La demora de Netanyahu en alcanzar un acuerdo de paz podría estar contribuyendo a estas tensiones, y algunos sugieren que esto podría ser una táctica política para influir en los resultados electorales, favoreciendo a Donald Trump​.

Por otro lado, es importante notar que las tensiones entre ambos líderes no son nuevas. Aunque Biden se identifica como un sionista, su gobierno ha presionado por una resolución diplomática del conflicto. Netanyahu, sin embargo, ha mostrado resistencia a un alto el fuego, continuando con operaciones militares no solo en Gaza, sino también en Líbano, y planteando la posibilidad de acciones contra Irán. Esta falta de coordinación ha exacerbado las fricciones, y mientras Biden busca un equilibrio entre el apoyo a Israel y la necesidad de atender las demandas de los votantes internos, Netanyahu parece más enfocado en mantener su propio control político interno y en su imagen internacional.

Los efectos de este conflicto no solo son significativos en términos de relaciones diplomáticas, sino que también se perfilan como un factor crucial en la campaña presidencial de 2024 en Estados Unidos.

El presidente Joe Biden causó sorpresa al presentarse en una conferencia de prensa en la Casa Blanca este viernes.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que no está seguro de si el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, está postergando la firma de un acuerdo de alto el fuego en Gaza para así influir en los comicios presidenciales de noviembre.

“Si está intentando influir en las elecciones, no lo sé, pero no cuento con eso», respondió ante una pregunta de los periodistas en una conferencia de prensa en la Casa Blanca este viernes.

La participación de Biden en ese encuentro con los reporteros no estaba prevista, por lo que causó sorpresa.

Después, Biden dirigió unas palabras tajantes a su aliado de larga data: “Ningún gobierno ha ayudado a Israel más que yo. Ninguno, ninguno, ninguno. Y creo que [Netanyahu] debería recordar eso”.

Algunos demócratas han expresado su preocupación de que Netanyahu esté ignorando los llamados del presidente estadounidense a negociar un acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes con el fin de dañar las posibilidades del partido en noviembre.

A principios de esta semana, el senador demócrata Chris Murphy dijo a CNN: “No creo que haya que ser un cínico sin esperanzas para interpretar algunas de las acciones de Israel, del primer ministro Netanyahu, como cosas relacionadas con las elecciones estadounidenses”.

Las encuestas sugieren que la creciente violencia en Medio Oriente y el fracaso en lograr un acuerdo diplomático están perjudicando a Biden y a su reemplazo como candidata demócrata a la presidencia, la vicepresidenta Kamala Harris.

El índice de aprobación del mandatario entre los árabes estadounidenses se ha desplomado durante el último año, en gran medida debido al enojo por el apoyo de Estados Unidos a la campaña militar de Israel, y esto podría dañar las perspectivas demócratas de cara a los comicios presidenciales.

Biden lleva meses presionando para que se alcance un acuerdo diplomático entre Israel y Hamás, y ha indicado en varias ocasiones que está cerca de conseguirlo.

Lograrlo antes de las elecciones sería un gran impulso para el presidente y el Partido Demócrata, pero parece cada vez más improbable.

Banner con los colores de la bandera de Estados Unidos y tres estrellas en el centro.

Si bien el gobierno de Biden ha criticado sobre todo a Hamás por no llegar a un acuerdo, el presidente también ha expresado una creciente frustración pública hacia Netanyahu, de quien hace poco dijo que no estaba haciendo lo suficiente para lograr un pacto.

Mientras tanto, Netanyahu ha rechazado las sugerencias de Washington de que un acuerdo esté cerca.

«Hamás no ha llegado a un acuerdo. Lamentablemente, no hay ningún acuerdo en proceso», dijo el primer ministro israelí a principios de este mes, apenas horas después de que un funcionario estadounidense dijera que el pacto estaba completado en un 90%.

La relación cada vez más conflictiva entre Biden y Netanyahu, que se conocen desde hace décadas, contrasta con la relación amistosa que el líder israelí tenía con el expresidente Donald Trump, el actual candidato republicano.

Mientras tanto, Israel ha continuado sus ataques contra Gaza y ha seguido adelante con una invasión terrestre en el sur del Líbano. También ha prometido responder a un ataque con misiles balísticos iraníes esta semana.

En su aparición en la conferencia de prensa del viernes, que sorprendió a los periodistas en la sala porque fue la primera desde que asumió la presidencia hace cuatro años, Biden respondió a la preocupación de que Israel pudiera atacar los campos petrolíferos iraníes en represalia.

«Los israelíes no han decidido todavía qué harán en cuanto a un ataque. Si yo estuviera en su lugar, estaría pensando en otras alternativas que no fuera atacar los yacimientos petrolíferos», afirmó.

Biden provocó un aumento de los precios del petróleo el jueves cuando dijo que Estados Unidos estaba discutiendo con Israel la posibilidad de ataques a la infraestructura petrolera de Irán.

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