MENU
Dina Boluarte pronunció un discurso buscando congraciarse con sus aliados.
La gobernante pasó 5 horas leyendo 79 páginas ante un recinto legislativo desocupado, exponiendo que su percepción dista de la realidad al adjudicar éxitos a su administración y proponiendo una serie de promesas. Ha declarado que establecerá un nuevo ministerio, cambiará el nombre a otro existente y combinará dos más, además de continuar promoviendo el plan de Tía María. Afuera, en tanto, la población se manifestaba en oposición a las fatalidades acontecidas bajo este gobierno.
Como se esperaba, el mensaje del 28 de julio pronunciado por Dina Boluarte no reflejó los cuestionamientos y denuncias que pesan en su contra, optando en cambio por destacar logros de su gobierno, responsabilizar a su predecesor Pedro Castillo, subrayar la preservación del orden democrático que supuestamente garantiza el Congreso actual y proponer un conjunto de promesas cuya realización es incierta antes de finalizar su mandato.
El discurso de Boluarte acaparó la atención tanto por su extensa duración como por su contenido. Inició a las 11:15 a.m. y concluyó a las 4:25 p.m., con una lectura de 79 páginas durante cinco horas. A medida que su disertación se extendía, se observó a su canciller Javier Gonzáles Olaechea y a su hermano Nicanor Boluarte durmiendo en sus sitios y a la mayoría de los legisladores abandonando el recinto después del mediodía.
Después de la 1 p.m., la presidenta continuó su lectura ante un recinto parlamentario con menos de la mitad de sus miembros presentes, donde predominaban sus ministros e invitados especiales en el balcón. Los congresistas alineados con su gobierno mostraron impaciencia debido al retraso en la entrega del mensaje, a pesar de que la oradora inició su discurso afirmando que el Congreso protege la democracia, sin mencionar los conflictos que ha tenido esta institución con el poder judicial y electoral durante los últimos dos años ni las tensiones con la comunidad internacional.
