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Después del esperado debate de candidatos presidenciales -y no vamos a opinar si fue bueno o malo, eso lo dejamos a criterio del ciudadano- queda ahora saber si ayudará a ese alto porcentaje de indecisos a definir su voto. La respuesta la tendremos el domingo 10 de abril.
Sin duda, el debate del domingo fue oportunidad para que los electores vieran por primera vez juntos al total de candidatos presidenciales que competirán en los comicios generales, y pese a que el formato no les dio el tiempo necesario para sustentar sus propuestas de gobierno, el elector podrá contrastar lo visto y escuchado a cada uno de los aspirantes al sillón de Palacio de Gobierno para decidirse por uno de ellos.
Quedan cinco días para las elecciones y el ciudadano debe tomar este tiempo -ahora que ya no se pueden difundir encuestas- para meditar bien su decisión y emitir en las urnas un voto más reflexivo, más pensado, respecto a lo que espera para el país.
Algunos analistas políticos han señalado desde antes de su realización, que el debate no iba a influir mucho en el electorado. Quizá se referían a los que ya tienen decidido su voto. Pero no olvidemos que hay casi un 40 por ciento de indecisos y de quienes cambiarían su voto el mismo día de las elecciones, y son ellos quienes sin duda pueden dar un giro enorme a lo que hasta el domingo último dieron las encuestas.
Todavía hay algunas actividades en estos tres días que pueden también influir en los resultados del domingo. Hoy por ejemplo se realiza una marcha contra la candidatura de Keiko Fujimori, con motivo del 24 aniversario del autogolpe de Alberto Fujimori, pero que puede resultar adverso para sus organizadores, porque lejos de restarle votos a la postulante de Fuerza Popular, puede fortalecerla.
También quedan los mítines de cierre de campaña. Los candidatos esperan llenar los escenarios donde se realizarán para demostrar su fuerza electoral y capacidad de convocatoria.
En las contiendas electorales de los años 80 y 90 los mítines de cierre de campaña eran el “pulsómetro” para determinar a un posible ganador de las elecciones. Solo esperamos que estos eventos se realicen en un ambiente de tranquilidad, sin violencia.
Ahora bien, el elector no solo debe decidir por quién votar para presidente de la República, también debe elegir a los próximos congresistas. Es un hecho que el nuevo gobierno no tendrá mayoría absoluta en el nuevo Parlamento Nacional y quien resulte ganador tendrá que concertar con las otras fuerzas políticas para poder aplicar sus políticas de Estado.
Ojalá que quienes conformen el nuevo Congreso estén a la altura de lo que espera el Perú para los próximos cinco años, y no sigamos lamentándonos de haber elegido a oscuros personajes que solo han llevado al desprestigio de nuestro Poder Legislativo. Por ello invocamos a los electores meditar un poco más para decidir a quién le da su voto preferencial. Piense que el país necesita de parlamentarios capaces de realizar una buena gestión y preparar las leyes que se requieren para el desarrollo. Hasta mañana amigos de La Primera.
