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El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acusó el lunes a la canciller alemana Angela Merkel de “apoyar a terroristas”, en medio de una escalada de tensión entre Ankara y varios países de la Unión Europea que rechazaron acoger mítines de ministros turcos.
“Señora Merkel, ¿por qué está escondiendo terroristas en su país? (…) ¿Por qué no está haciendo nada?”, afirmó Erdogan en una entrevista con la televisión A-Haber, acusando a Berlín de no responder a 4.500 dosieres enviados por Ankara sobre supuestos terroristas.
“Señora Merkel, usted está apoyando a terroristas”, agregó.
Erdogan afirmó que Alemania, a quien Turquía acusa de acoger a activistas kurdos y a sospechosos del fallido golpe de Estado del 15 de julio, estaba “dando apoyo al terrorismo de una forma implacable”.
El mandatario también arremetió contra Merkel por haber dado su apoyo oficial al primer ministro holandés Mark Rutte en la crisis diplomática que desató el rechazo de La Haya a autorizar a que ministros turcos participaran en mítines en el país para el referéndum del 16 de abril con vistas a otorgar más poderes a Erdogan.
Las autoridades alemanas también bloquearon varias concentraciones con ese mismo propósito, suscitando la indignación de Ankara.
En alusión a los acontecimientos ocurridos en los últimos días en Europa, Erdogan reiteró su polémica comparación con el Tercer Reich.
“Nazismo, podemos llamarlo neonazimo. Una nueva tendencia de nazismo”, insistió.
SE AGRAVA LA SITUACIÓN
De otro lado, La Unión Europea (UE) pidió hoy a Turquía que evite las “declaraciones excesivas y acciones” que puedan “agravar la situación”, en plena tensión diplomática entre Ankara y Amsterdam por el rechazo holandés a que ministros turcos den mítines políticos en Holanda.
“Las cuestiones que preocupan solo se pueden resolver a través de los canales de comunicación abiertos y directos”, dijeron la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, y el comisario de Política de Vecindad y Negociaciones de Ampliación, Johannes Hahn, en un comunicado.
Añadieron que “tras las tensiones de los últimos días entre Turquía y algunos Estados miembros, es esencial evitar una mayor escalada y encontrar maneras de calmar la situación”, y precisaron que corresponde a los Estados miembros tomar decisiones sobre la celebración de reuniones y mítines en sus territorios, en respeto del derecho internacional y nacional.
