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Con toda la alharaca que se ha armado por la detención de la ex pareja presidencial conformada Ollanta Humala y Nadine Heredia, por su apego al dinero ilegal, se está dejando pasar por alto los posibles planes para un gran negociado lobista en esta parte del Pacífico, que se estaría cocinando entre la derecha chilena y el gobierno peruano. La presidenta Michelle Bachelet sin querer queriendo, con los esfuerzos de su gestión para impulsar y hacer realidad la instalación del Gabinete Binacional entre Perú y Chile, les ha tendido la cama a Pedro Pablo Kuczynsky y al casi virtual nuevo presidente de Chile Sebastián Piñera para que realicen el sueño común de hacer “negocios” trasnacionales de manera directa, rápida y sin intermediarios. Evitándose obstaculizantes y sospechosas adendas; y lo mejor de todo que dichos encuentros coordinadores serán financiados con dinero del erario nacional de ambos países.
Luego del triunfo de Sebastián Piñera en Chile, en las elecciones primarias del pasado 2 de julio, las cuales ganó con un 58,36%, su movimiento político Chile Vamos han comenzado a ver con claridad que la oportunidad de ganar nuevamente la carrera a La Moneda está al alcance de su mano. Así se cocinaría el segundo Gobierno de Piñera: la derecha chilena apuesta a quedarse 8 años y renovar liderazgos.
Primer Gabinete Binacional
Los presidentes de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, y de Chile, Michelle Bachelet, encabezaron hace dos semanas el I Gabinete Binacional entre los gobiernos de ambos países. Dando como resultado la Declaración de Lima, documento que contiene los acuerdos establecidos en esta histórica, pero a la vez preocupantes cita. Ella contiene 25 puntos aparentemente formales de los cuales cabe mencionar los siguientes:
El número cinco señala “que el Gabinete Binacional, presidido por ambos mandatarios, constituye la principal instancia de diálogo político y diplomático entre los dos países, cuyo objetivo será facilitar la coordinación y la toma de decisiones al más alto nivel en los principales asuntos de la agenda compartida, así como encontrar nuevos espacios de cooperación en beneficio de sus pueblos”.
En el punto siete “Saludan la realización, entre noviembre de 2016 y junio de 2017, de un número importante de reuniones bilaterales que han permitido fortalecer la cooperación en las áreas de defensa, ambiente, cultura, educación, energía, minería, cooperación internacional e integración fronteriza, entre otros.
En el punto 19 “Enfatizaron su interés de potenciar el desarrollo económico y social entre ambos países, así como promover el incremento del comercio, las inversiones y el flujo de turistas. En ese sentido, destacaron los acuerdos alcanzados para impulsar dichas materias, así como la activa participación de sus empresarios en iniciativas de desarrollo”.
Y el 20 sí que es toda una joya para los intereses de ambos personajes del mundo de los negocios internacionales. “Reafirmaron su compromiso con la Alianza del Pacífico y destacaron la nueva etapa de profundización de este mecanismo de integración regional. En ese sentido, celebraron la creación de la categoría de Estados Asociados y el próximo inicio de la negociación con Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Singapur”. Para frotarse las manos.
Y en el penúltimo punto está la cereza del pastel: “Dispusieron que sus ministras y ministros realicen, bajo la coordinación de los Ministerios de Relaciones Exteriores, el seguimiento y la verificación de los compromisos acordados en el Plan de Acción anexo, que hace parte integral de la presente Declaración Conjunta, cuyos avances serán evaluados en el próximo Encuentro Presidencial y II Gabinete Binacional a celebrarse en Chile en el 2018”. Año en que asumiría, casi de seguro, la presidencia Sebastían Piñera, todo un faenón binacional. Puesto que como se sabe ambos Kuczynski y Piñera tienen negocios privados en común. Mañana en la segunda parte de este artículo estaré ampliando todos los alcances de este nada santo plan lobbista. Hasta mañana mis amigos de Primera.
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