Le dejaron insulto en el espejo
Cuando Mercedes Aráoz decidió primero asumir la encargatura presidencial y renunciar a ella después, las puertas del infierno político se abrieron frente a sus ojos, tal como menciona en este extracto del libro ‘Meche’.
“Llegando a mi departamento, me despedí de mi seguridad y el portero me saludó muy amablemente, como siempre. Sin embargo, encontré en el espejo del ascensor una inscripción con un insulto anónimo dirigido a mí, por mi decisión. Quién habrá sido, no importa, pero esa inscripción para mí era el reflejo que la intolerancia ha carcomido las bases de nuestra convivencia ciudadana en todos los espacios”.