SINVERGÜENZA

El candidato presidencial de Alianza para el Progreso, César Acuña Peralta, ya está rompiendo todos los esquemas cada vez que declara ante la prensa para defenderse de las denuncias de plagio que se le imputan. Ayer, tras su presentación ante el Tribunal de Honor del Pacto Ético Electoral salió con un nuevo argumento sobre el libro del profesor Otoniel Alvarado: “No es plagio, es copia”.

Es más, dijo que había estado en una sesión secreta, reservada, pero al poco instante rompió la reserva y empezó a revelar lo que respondió a los miembros del tribunal. Para sorpresa de los periodistas que aguardaban su salida, el candidato de plata como cancha dijo tácitamente que les dio una lección de lo que es plagio. “He venido a rechazar la palabra plagio, les he explicado y demostrado que han mal utilizado la palabra plagio algunos medios”, declaró Acuña, para luego rematar que “no hay plagio porque las conclusiones y recomendaciones de mis tesis, son originales”.

Pero Acuña continuó sus versiones contradictorias y cuando le preguntaron si continuará regalando plata durante la campaña, respondió que nunca ha regalado dinero, pese a que cuando fue descubierto por un programa de televisión, reconoció haber dado diez mil soles a unos comerciantes de Chosica y cinco mil soles a una persona con discapacidad en Piura.

Y cuando le preguntaron si su presencia ante el Tribunal de Honor contradecía a la carta remitida por Alianza para el  Progreso contra el tribunal, por investigarlo, respondió no saber nada de la misiva y en todo caso que le pregunten a  su partido. ¡PLOP! ¿Acaso no sabe Acuña lo que hace su partido?

Francamente que el candidato de plata como cancha ya sobrepasó los límites y sus respuestas contradictorias de cada día constituyen una burla para el país, una ofensa a la inteligencia del pueblo peruano.

Invocamos a las autoridades que tienen a su cargo las investigaciones en su contra, llámese el Jurado Electoral Especial, el Tribunal de Honor del Pacto Ético Electoral, el Ministerio Público, Indecopi, así como el propio Jurado Nacional de Elecciones se pronuncien de inmediato y decidan su continuidad en la contienda electoral.

Los peruanos no podemos permitir ni aceptar la actitud de un candidato que ha dañado el proceso electoral. Los argumentos de defensa que esgrime cada día son una verdadera vergüenza. Los días corren y la fecha para las elecciones generales se acercan con la incertidumbre para los electores, y de los mismos candidatos presidenciales, si seguirá o no en la contienda electoral.

Ha llegado el momento de decirle basta.

Un consejo hasta de un consejo. En el hipotético caso que Acuña sea elegido presidente de la República, y se demuestra que plagió y violó los derechos de propiedad intelectual, su vacancia por incapacidad moral será inmediata. ¿Por qué no sancionarlo ahora, entonces, sin esperar el 28 de julio? La pelota queda en la cancha de nuestras autoridades. Hasta mañana amigos de La Primera.