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Muy lamentables y preocupantes las declaraciones que dio ayer el presidente Ollanta Humala Tasso respecto a las críticas contra el proceso electoral peruano formuladas por el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, quien tildó de “semidemocráticas” las elecciones generales luego de recibir al ex candidato presidencial Julio Guzmán.
El jefe de Estado dijo que no responderá a las críticas de Almagro porque institucionalmente no ha recibido ninguna comunicación de la OEA.
¿Es que acaso la declaración del secretario general de la OEA a través de su cuenta oficial de Twitter no tiene ninguna relevancia para el gobierno peruano?
Las críticas de Almagro han tenido repercusión mundial porque fueron difundidas por medios de información y agencias de noticias internacionales, es decir: está en boca del mundo, que nuestras elecciones son “semidemocráticas”. Pero Almagro fue más allá, escribió “reclamamos medidas para restablecer los derechos de participación de todos” y que “el sistema de inhabilitación que aplica el JNE (Jurado Nacional de Elecciones) no ofrece garantías necesarias”.
Y lo grave del caso, es que ayer, el mandatario ha avalado las declaraciones de Almagro al criticar también el sistema de exclusión de candidatos por vulnerar la nueva ley electoral, señalando que han generado desconcierto. ¿Y la neutralidad?
Esperamos que el jefe del gabinete ministerial aclare lo dicho por el presidente Humala, porque prácticamente lo está dejando sin piso, porque la garantía que dio a través del Twitter sobre la transparencia del proceso electoral y su ratificación de que no hay motivo para postergar las elecciones, caería en saco roto.
Por mandato constitucional, el Presidente de la República está llamado a velar por la legalidad y transparencia de las elecciones en el país, y bajo ese mandato tiene la obligación de responder a cualquier declaración e insinuación – venga de donde venga – que ponga en duda el proceso electoral convocado por él como Jefe de Estado.
De no hacerlo, el presidente Ollanta Humala estaría avalando lo que el secretario general de la OEA ha cuestionado y ratificado ayer en su misma cuenta, donde escribió “Crítica al sistema de tachas del JNE es compartida por la comunidad internacional y la OEA”. Más claro, ni el agua. Lo está haciendo en nombre de una organización internacional de la que el Perú es miembro.
Preocupa pues la negativa del mandatario Humala Tasso para responder esas críticas porque, con su lógica de que como el secretario general de la OEA lo declaró a través del Twitter, no tiene ningún valor para el gobierno, lo que está haciendo también el jefe de Estado es desautorizar, o desconocer, las últimas declaraciones del presidente del Consejo de Ministros, Pedro Cateriano Bellido.
Veamos. Hace unos días corrió fuerte el rumor de que desde el gobierno del presidente Ollanta Humala se maneja un plan para deslegitimar las elecciones generales y justificar su postergación. De inmediato, el jefe del gabinete ministerial utilizó su cuenta de Twitter para negar esos comentarios y aseguró que no hay motivo alguno para posponer las elecciones programadas para el 10 de abril.
El primer ministro también utilizó su cuenta de Twitter para responder al presidente del Jurado Nacional de Elecciones, Francisco Távara, cuando le pidió al jefe de Estado Ollanta Humala guardar el principio de neutralidad en el proceso electoral, luego que firmara el acta que marcó el retiro del Partido Nacionalista de las elecciones generales, documento que contenía serias críticas y cuestionamientos a las autoridades electorales.
Esperamos que el jefe del gabinete ministerial aclare lo dicho por el presidente Humala, porque prácticamente lo está dejando sin piso, porque la garantía que dio a través del Twitter sobre la transparencia del proceso electoral y su ratificación de que no hay motivo para postergar las elecciones, caería en saco roto. Esperamos también que el señor Presidente de la República se rectifique, ahora que el secretario general de la OEA ha insistido en su cuestionamiento a nombre de la OEA. Hasta mañana, amigos de La Primera.
