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Arzobispo de Lima pidió a la ciudadanía “unidad, serenidad, calmar los ánimos y respetar la Constitución”.
“Hay dos caminos: un camino de un callejón oscuro y un camino más digno y sensato. Yo creo que es más razonable que, ante los elementos que hoy conocemos, hubiese un cambio por el camino de la paz, de la dignidad y la del reemplazo”, dijo el arzobispo de Lima, cardenal Juan Luis Cipriani, al comentar el pedido de vacancia presidencial contra Pedro Pablo Kuczynski (PPK), impulsado por la oposición y que será debatido este jueves por el Congreso.
“Yo no quiero bajar demasiados detalles, porque me meterán en esa olla en la que le encanta meter a la gente. Y yo no quisiera estar en esa olla, sino decirle al país: unidad, serenidad, calmar los ánimos, respetar la Constitución, que se está respetando, y ejecutar los caminos que ahí están establecidos”.
Al respecto, el religioso consideró que todo este proceso no debe ser “un trance ni una tragedia”, ya que -apuntó- un pedido de vacancia presidencial está contemplado en la Constitución. “Para eso está esta norma, respetando el camino establecido de sucesión”.
“Por algo hay un marco constitucional, que hasta el día de hoy se está respetando. Por algo hay vicepresidentes, no como un fusible, sino como una persona responsable de terminar un periodo”, sentenció el cardenal.
“El modo en el que uno se expresa del señor presidente no puede ser de agravio, de insulto, de burla. Hay que cuidar las formas. PPK representa la institución más importante del país”, sostuvo Juan Luis Cipriani.
En ese sentido, invocó a los distintos sectores a no intentar sacar provecho de esta situación. “Estamos ante una cosa dolorosa, para una persona que con mucho esfuerzo ha colaborado muchos años en el país, pero que hoy y ahora da la impresión, por los gestos que vemos, la situación de reemplazo por lo menos empieza a estar en el ambiente”.
El Pleno del Congreso aprobó ayer admitir la moción de vacancia contra el PPK por “permanente incapacidad moral”. Esto luego de que se conociera que la empresa brasileña Odebrecht realizó pagos por 782 mil dólares a su empresa personal Westfield Capital, entre 2004 y 2007.
