Una ola de escándalos que golpea al Gobierno interino de Brasil está debilitando la determinación de algunos senadores de remover del cargo a la suspendida presidenta Dilma Rousseff, un hecho que le brinda esperanza a la líder de izquierda de sobrevivir a un juicio político en la Cámara alta.
El ex futbolista y ahora senador Romario sorprendió al Gobierno la semana pasada al anunciar que ya no estaba seguro de votar a favor de remover a Rousseff. La primera presidenta de Brasil fue llevada a juicio por el Senado el mes pasado bajo cargos de violar leyes presupuestarias. Su anuncio tuvo lugar después de una serie de errores políticos y escándalos que han golpeado al Gobierno interino, formado hace apenas tres semanas.