Cusco.-La ciudad imperial inició sus actividades de festejos por Navidad con la inauguración de su tradicional feria Santurantikuy, que en quechua significa: Santu (santos) y Ticuy (venta). Durante dos días la Plaza de Armas de la Ciudad Imperial será el escenario de la feria de arte popular y costumbrista más grande del Perú.
Los artesanos tienden sus mantas, siguiendo la costumbre de las tradicionales ferias andinas. Se observan todo tipo de objetos artesanales como tallas en madera, cerámica y retablos.
La feria Santurantikuy es organizada por la Empresa Municipal de Festejos del Cusco (Emufec), la cual otorgó los espacios para las diversas actividades: cerámica decorativa, imaginería, trabajos en madera y corteza de árboles, miniaturas y filigranas, cerería artística, alto relieve, platería, trabajos en piedra, trabajos en cuero, escultura, pinturas de la Escuela Cusqueña, niños manuelitos y trabajos en flores secas.
El Niño Manuelito es el personaje central de la fiesta de la Navidad en Cusco. Algunos niños tienen el rostro con chapas rojas y una mirada pícara. Su cuerpo, parece tener piel de indio y mantiene sus brazos abiertos en señal de recibimiento.
Un poco de historia
La partida de nacimiento del Santurantikuy se remonta a los años en que los españoles consolidan su presencia en el Perú. Las crónicas de la época relatan que los sacerdotes españoles, recorrían los caseríos tratando de catequizar a los indios nativos. Justamente en épocas de Navidad, les hablaban de Emmanuel, el niño que nació en Belén y cuyo nombre quiere decir “Dios con nosotros”.
A pesar de la imposición de la religión católica los andinos no olvidaron sus tradiciones religiosas, manteniéndolas casi en forma escondida. La naturaleza, para ellos, tenía sus propias representaciones espirituales: el Apu, espíritu del cerro; la Pachamama, la tierra y el Inti, el Sol como divino hacedor.