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Nimeletett es como se escribe fugitiva en hebreo y es en lo que se ha convertido la ex primera dama Eliane Chantal Karp Fernenbug, quien fugó finalmente a Israel para burlarse de la justicia y de todos los peruanos habiéndose puesto a buen recaudo docenas de millones de dólares, dinero producto de las supuestas coimas realizadas durante el gobierno de su esposo el expresidente Alejandro Toledo Manrique.
Cabe señalar que el Perú desde 2021 requirió su extradición al gobierno de Estados Unidos para que afronte el juicio por el caso Ecoteva. Su fuga estaba cantada desde el 24 de abril, cuando se informó que el juez Thomas Hixson le devolvió a Karp Fernenbug sus pasaportes peruano, belga e israelí.
Desde un comienzo el expresidente Alejandro Toledo fue la prioridad para las autoridades peruanas y estadounidenses; Karp, a quien se le acusa de participar en la compra de inmuebles con las millonarias coimas que habría recibido su esposo, estaba en un segundo plano, hecho que cabe investigar, pues había indicios de que ella era la cajera de ese dinero sucio.
Trascendió que después de que el exmandatario llegó al Perú, el domingo 23 de abril, el gobierno peruano fue notificado, a través de la Cancillería, con un pedido de información desde Estados Unidos sobre la situación de Eliane Karp, como que si recién se hubiesen enterado del caso de lavado de activos. Un hecho extraño por decir lo menos.
Algunos se preguntarán por qué demoró Eliane Karp casi casi tres semanas en abandonar Estados Unidos, tenía una razón de seis dígitos para permanecer en el país norteamericano, pues le urgía esperar que se le devuelvan los 175 mil dólares de la fianza que abonó en 2020 para que su marido viva en libertad condicional en California.
El juez Hixson, por otro lado, ordenó la devolución del total de la fianza, que era de un millón de dólares, monto que según se divulgó, contribuyeron a juntar también amigos del exjefe de Estado y dinero que Karp no habría devuelto por completo a quienes “colaboraron” para completar la bolsa.
Con el dinero a buen recaudo, Karp emprendió su viaje desde San Francisco a Tel Aviv sin ningún impedimento legal, a vista y paciencia de todos. Así fue como consiguió su segunda fuga, ya que la primera fue en 2017 cuando llegó a Estados Unidos desde Lima.
La Oficina de Cooperación Judicial Internacional del Ministerio Público requirió al fiscal Rafael Vela que elabore el cuaderno de extradición de la ex primera dama. Es decir, nuevamente se deberá realizar el proceso para la repatriación como sucedió en 2020 y ello puede demorar meses y hasta años.
Si bien la Fiscalía debe entregar la información, la carpeta tendrá que ser elevada por la Novena Sala Penal Liquidadora de la Corte Superior de Justicia de Lima que lleva el juicio por el caso Ecoteva. Y en última instancia debe ser el Gobierno el que requiera la extradición. Y no hay garantía para un desenlace exitoso, pero hay una luz al final del túnel.
Según fuentes consultadas, Karp eligió Israel y no Bélgica -que tampoco extradita connacionales- porque en este último no tenía la plena seguridad de eludir a la justicia peruana.
Posible extradición
Cabe recordar que, en 2013, el Perú accedió al pedido de Israel de enviarles a su ciudadano Dan Gabriel Cohen, quien era acusado por recibir millonarios sobornos cuando ocupaba un cargo público.
El Estado aprobó en ese entonces la solicitud de extradición del ciudadano israelí Dan Gabriel Cohen (70), requerido por la justicia de su país, acusado de diversos delitos de corrupción durante su gestión como presidente de la Corporación de Electricidad de Israel.
De este modo, Cohen fue extraditado el 15 de marzo del 2013. El pedido fue aprobado en Consejo de Ministros, en el marco de la política del Gobierno de expulsar extranjeros involucrados en actos delictivos.
Cohen fue acusado por los delitos de obstrucción de la justicia, fraude, abuso de confianza, toma de soborno, obtención de cosa alguna por fraude, datos falseados en corporaciones e inclusión de datos falsos en declaración financiera, previstos en las leyes del Estado de Israel. Los delitos fueron cometidos entre los años 1993 y 2002.
El estado de Israel no extradita a sus connacionales. A pesar de ello, la Fiscalía intentará la extradición de Eliane Karp pero esta vez apelando al principio de reciprocidad. Por esta vía habría la posibilidad de traerla al Perú para que encare a la justicia, se espera un óptimo manejo de la petición, en base al caso expuesto del ciudadano Cohen, que es muy similar y amerita la reciprocidad del caso por parte del Estado israelí.
Esta modalidad es avalada por el derecho internacional y se aplica cuando no existe un tratado de extradición entre dos países, por lo que ambos Estados recurren a hacer un trato equitativo para estas solicitudes. Entonces, Elian Karp no debe cantar victoria de impunidad aún, pues todavía hay esperanza en este recurso legal que esperamos sea aceptado por Israel. Hasta la próxima semana mis amigos de Primera.
