Usando la palabra inserta en una díscola frase dicha por el ministro de Defensa Chileno, José Antonio Gómez, que utilizara para intentar desvirtuar la legítima acción peruana de fundar el distrito La Yarada – Los palos, dentro de nuestro territorio nacional, es que titulo este artículo para echar por los suelos los intentos de una nueva maniobra mediática del gobierno chileno para distraer la atención de su pueblo sobre los graves problemas internos de corrupción, relacionados con el gobierno de Michelle Bachelet, en los que se encuentra sumergida la familia de la presidenta.
El ministro de defensa chileno José Antonio Gómez, al referirse de manera tan liviana e impropia sobre una legítima acción legal interna, demuestra total ignorancia histórica y desinformación internacional y desafiante intervencionismo en situaciones domésticas de nuestro país. En pocas palabras habla porque tiene boca.
Este servidor no les va dejar pasar una a nadie que intente agredir, interferir o siquiera hablar mal de nuestro país, y mucho menos a una autoridad del vecino país sureño, que aprovechándose de la distancia, actué vilmente para inventar historias en pro de crear ánimos bélicos para engatusar a parte de su pueblo en contra del Perú. Y tal vez propiciar la compra de armas bajo posibles suculentas comisiones de empresas allegadas al gobierno.
La entelequia del gobierno chileno es intentar repetir una mentira para tratarla de hacerla verdad intentando provocar un sentimiento chauvinista en el pueblo chileno. No hay temas pendientes con Chile en cuanto a la línea de frontera terrestre. Y eso no va a cambiar así se “pare de cabeza” todo el gabinete ministerial, incluida su presidenta, pues la verdad es una sola y ella está escrita y firmada en los tratados limítrofes. Y es más, estos tratados versan a su conveniencia, pues si algo hubiera pendiente sería la recuperación de Arica. Pero al Perú no le interesa una tierra en la cual sus habitantes optaron por irse para el otro lado. El patriotismo de Tacna vale mil Aricas.
Es lamentable la nula reacción del gobierno nacionalista para taparles la boca de una vez por todas a las autoridades chilenas que osan entrometerse en temas nacionales. No se trata de caer en la trampa de distracción mediática que busca Chile, sino de demostrar que estamos atentos y reaccionamos de mejor manera ante sus barrabasadas y provocaciones.
Lamentablemente ni el gobierno, ni el Presidente, ni el Ministro de Relaciones Exteriores, demuestran tener la capacidad para actuar de manera inteligente ante las itinerantes y insurrectas frases que emiten de cuando en cuando las autoridades mapochas. La respuesta debe ser en el mismo tono y desenmascarando el fondo de los improperios, que es la vergonzosa corrupción que afecta al gobierno de Bachelet y la posible intención de aumentar su gasto bélico. Entonces cada vez que se metan con nosotros, nosotros nos meteremos con ellos, en el sentido de ventilar sus problemas internos ante la prensa nacional e internacional. Ojo por ojo y verdad contra entelequia. Hasta mañana mis amigos de Primera.