El presidente del BCRP atribuye la desaceleración desde 2016 a la crisis política, pese a la baja deuda pública, inflación controlada y estabilidad del tipo de cambio.

Julio Velarde, presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), afirmó en una reciente entrevista con el diario argentino La Voz del Interior que casi diez años de inestabilidad política, desde 2016, han reducido el crecimiento económico del país de tasas cercanas al 6% anual a niveles ligeramente superiores al 2%. El economista sostuvo que, aunque el Perú conserva una de las deudas públicas más bajas de Sudamérica y una inflación en torno al 2%, la ausencia de reformas estructurales y el bajo nivel educativo impiden recuperar el dinamismo de etapas anteriores.
Antecedentes y contexto de la advertencia
Velarde realizó este balance en un contexto marcado por sucesivos cambios de gobierno, conflictos entre el Ejecutivo y el Congreso y episodios de crisis política desde 2016. Según explicó, este escenario ha impactado directamente en las decisiones de inversión y en las expectativas de empresas y hogares.
“La inestabilidad que ha habido casi 10 años desde 2016 nos ha golpeado. El crecimiento es mucho más bajo. Antes crecíamos 6%, ahora estamos creciendo ligeramente encima de 2%”, señaló el presidente del BCRP.
En los años de mayor expansión, tras las reformas de los años noventa y el auge de los precios de los metales, la economía peruana llegó a crecer en torno al 6% anual. En contraste, las proyecciones recientes del propio Gobierno y de organismos internacionales ubican el crecimiento actual alrededor del 2%–4%, en un contexto regional de bajo desempeño económico.
Pese a este menor dinamismo, Velarde subrayó que el Perú mantiene fundamentos macroeconómicos relativamente sólidos frente a otros países de la región.
Declaraciones clave de Velarde y posturas asociadas
El presidente del BCRP destacó tres ejes en su diagnóstico:
- Impacto de la inestabilidad política en el crecimiento
Velarde vinculó la desaceleración con la prolongación de conflictos políticos internos:
“El crecimiento es más bajo (…) Después de Argentina y Paraguay, probablemente seamos el país que más crezca este año, pero es porque la región no crece mucho”, comentó, matizando cualquier interpretación optimista de las cifras actuales.
- Autonomía del Banco Central y disciplina fiscal
El economista reiteró que la autonomía del BCRP es un pilar de la estabilidad lograda desde los años noventa:
“Aislar al Banco Central de presiones políticas es importante; asegura a la larga un resultado mejor, no solo en inflación, sino también en crecimiento más estable”.
Recordó que, por ley y decisión de política económica, el BCRP no financia al Gobierno central, lo que ha sido clave para evitar episodios de alta inflación como los de finales del siglo XX.
- Reformas pendientes y brechas en educación
Velarde advirtió que la agenda de reformas estructurales se paralizó hace décadas:
“Las reformas en gran parte de los países se frenaron casi en los 90. Después de los 90, en pocos países hubo reformas”.
A ello sumó la preocupación por el desempeño educativo:
“Nuestras pruebas están bajísimas frente a Asia. Con un nivel educativo sumamente pobre, no hay forma de ser prósperos si no se dan las otras condiciones”.
Estas declaraciones se insertan en un debate más amplio sobre la capacidad del país para sostener el crecimiento en el largo plazo, frente a un entorno internacional complejo y a presiones internas de gasto público.
Cifras, documentos y datos oficiales
Durante la entrevista, Velarde respaldó sus argumentos con varios indicadores macroeconómicos:
- Deuda pública y déficit fiscal
Señaló que la deuda pública del Perú bordea el 32% del PBI, lo que ubicaría al país entre los de menor endeudamiento en Sudamérica.
Asimismo, indicó que el déficit fiscal se sitúa alrededor del 2,3% del PBI, nivel que, si bien es manejable, enfrenta riesgos ante el incremento de leyes con alto costo fiscal aprobado por el Congreso, según ha advertido el Consejo Fiscal. - Inflación y tipo de cambio
Velarde resaltó que la inflación anual se ubica por debajo del 2%, tras cerrar 2024 alrededor del 1,97% y registrar tasas cercanas al 1,3%-1,4% en 2025, lo que coloca al país por debajo de la inflación de economías desarrolladas como Estados Unidos, Reino Unido y la zona euro.
Recordó que el mandato principal del BCRP es la estabilidad de precios y que la relativa estabilidad cambiaria es “una consecuencia” del control inflacionario y de la credibilidad de la política monetaria. - Depreciación del sol y desdolarización
Velarde indicó que, en los últimos 25 años, el sol se ha depreciado aproximadamente 5% frente al dólar, frente a devaluaciones mucho mayores en otras monedas de la región.
Añadió que, a inicios de siglo, alrededor del 80% de los créditos bancarios estaban denominados en dólares, mientras que hoy esa proporción se ha reducido a cerca del 24%, reflejando un proceso de desdolarización apoyado en la estabilidad de precios. - Salida de capitales en el gobierno de Pedro Castillo
El presidente del BCRP recordó que, durante el gobierno de Pedro Castillo, se produjo una salida de capitales cercana al 10% del PBI debido a la incertidumbre política y regulatoria. Aun así, destacó que el país no recurrió a controles de capital, a diferencia de otras economías que enfrentaron episodios similares. - Pobreza y redes de protección social
Velarde reconoció que la pobreza se redujo de manera significativa en los años de alto crecimiento, pero volvió a incrementarse con la pandemia de la covid-19, en un contexto de redes de protección social insuficientes.
Implicancias políticas, sociales y económicas
Las declaraciones de Julio Velarde tienen varias implicancias en el debate sobre la política económica y la gobernabilidad:
- Riesgo de “estancamiento con estabilidad”
La combinación de baja inflación, deuda moderada y crecimiento reducido plantea el riesgo de que el país mantenga estabilidad macroeconómica sin lograr avances significativos en productividad, empleo formal y reducción sostenida de la pobreza. - Relación entre política y economía
El énfasis de Velarde en los casi diez años de inestabilidad política refuerza la idea de que la volatilidad institucional —vacancias presidenciales, cambios de gabinete frecuentes y conflictos entre poderes del Estado— tiene efectos directos sobre la inversión y el crecimiento potencial de largo plazo. - Presiones fiscales y sostenibilidad de la deuda
Las advertencias del Consejo Fiscal sobre el aumento de leyes con impacto presupuestal sugieren que, si no se corrige la trayectoria del gasto, el déficit fiscal podría ampliarse y la deuda pública podría pasar de un entorno cercano al 32% hacia niveles próximos al 40% del PBI en la próxima década. - Competitividad y educación
La mención de Velarde a los bajos resultados educativos frente a Asia vincula el debate económico con la política pública en educación. Sin mejoras sustanciales en capital humano, innovación y capacidad tecnológica, el país podría seguir dependiendo de ciclos de precios de materias primas para impulsar su crecimiento.
Próximas acciones y escenarios posibles
Velarde evitó pronunciarse de manera categórica sobre su continuidad al frente del BCRP, cargo que ocupa desde 2006, y señaló que “lo más probable” es que se nombre a un nuevo presidente en el futuro cercano.
De cara a los próximos años, el escenario económico peruano estará condicionado por:
- Las decisiones del Congreso y del Ejecutivo respecto a leyes de gasto y reglas fiscales.
- La capacidad de los gobiernos de turno para impulsar reformas estructurales en productividad, regulación, mercado laboral y educación.
- El mantenimiento de la autonomía del BCRP y de su mandato de control de la inflación.
- La evolución de la economía internacional, en particular los precios de los minerales y el costo del financiamiento externo.
Organismos como el Ministerio de Economía y Finanzas y el propio BCRP han proyectado para 2025 un crecimiento alrededor del 3%-4% y una inflación cercana al 2%, bajo el supuesto de que se preserva la disciplina fiscal y se evita un deterioro mayor del clima político y de inversión.
Panorama
Las declaraciones de Julio Velarde sintetizan un diagnóstico en el que el Perú mantiene activos clave —baja deuda relativa, inflación controlada y un proceso avanzado de desdolarización—, pero arrastra casi una década de inestabilidad política que habría reducido el crecimiento de tasas cercanas al 6% a poco más del 2%. El presidente del BCRP insiste en que la autonomía de la política monetaria y la disciplina fiscal son condiciones necesarias, pero no suficientes: sin reformas estructurales y mejoras profundas en educación, el país difícilmente recuperará el dinamismo de etapas previas, mientras la discusión sobre el rumbo económico y la gobernabilidad continúa abierta.
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