LAS MOVIDAS PARA LA ELECCIÓN DE LA MESA DIRECTIVA DEL CONGRESO 

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Estamos a una semana y días de que se elija la nueva Mesa Directiva del Congreso de la República, y dada la crisis política crónica que existe en el país, hoy más que nunca los voceros de las distintas bancadas presentes en el Poder Legislativo se empeñan en afirmar que aún es muy prematuro anunciar las candidaturas, que sin lugar a dudas, dada la gran dispersión de bancadas, serán compartidas. 

En tiempos “normales” de estabilidad política y con menor cantidad de bancadas y tendencias políticas, esta sería una decisión seria, que sería el resultado de un largo proceso de reflexión, que habría llevado a los grupos políticos a negociaciones y planteamientos en base a lo que se quiere hacer durante los próximos 12 meses en este poder del Estado. Eso es lo que se esperaría, al menos en la teoría, o era a lo que estábamos acostumbrados cuando la decencia política era cosa de todos los días en nuestros poderes del estado.  

Sea como fuere, las negociaciones y conversados se vienen dando debajo de la mesa, en casas de algunos parlamentarios, en reservados de algunos exclusivos restaurantes y en búngalos de clubes privados, todo ello para evitar que la prensa o cualquier ciudadano pueda dar muestras graficas de dichos encuentros “conciliadores” por llamarlos de alguna manera. 

Ha trascendido que Alejandro Soto, Lady Camones, Eduardo Salhuana, Luis Aragón y Norma Yarrow están voceados o ya casi serían formalmente candidatos a la nueva Mesa Directiva del Congreso. 

Lo cierto es que se notan los afanes de los antiguos miembros de la bancada de Acción Popular por reagruparse, a pesar de las amargas discrepancias que antes los hicieron disgregarse. De pronto los motivos de la discordia y las asperezas parecen haberse diluido o reducirse a su mínima expresión. Sucede que la posibilidad de alcanzar una plaza en la nueva Mesa Directiva constituye un incentivo demasiado apetitoso como para dejarlo pasar por “mínimas” diferencias éticas. Al parecer los integrantes de “Los Niños” y “Los Mochasueldos” han olvidado sus investigaciones y denuncias para apapacharse en cordiales conversaciones sobre el armado de una plancha para la Mesa Directiva. En tanto, desde Acción Popular, Luis Aragón anunció ya su tercera postulación y dijo, que, ha tenido conversaciones informales con legisladores del Bloque Magisterial, Podemos Perú, Perú Bicentenario y Somos Perú. 

El que la tiene clara  y no quiere dejar el sillón de la presidencia congresal es Alejandro Soto, de Alianza para el Progreso (APP), quien no ha perdido tiempo y está negociando su reelección al cargo, pese a que no se caracterizó por su transparencia y que tendría cierta aceptación por sus colegas debido a que, ha proveído de cierta protección a las malas conductas individuales y colectivas de los llamados padres de la patria, que explican porque la aprobación del Parlamento en las diferentes encuestas nacionales no pasa del 8%. Asimismo, desde APP algunas voces afirman que no irán por una reelección con Alejandro Soto, aunque él está evaluando intentarlo, siempre y cuando el líder del partido, César Acuña, acepte su decisión. 

Pero es importante decir que hay otras presencias que postularían a dirigir el Congreso en el próximo año legislativo, entre ellas la de la parlamentaria Norma Yarrow –probable carta de Renovación Popular.  

El chocolateo de los nombres de los posibles postulantes están a la orden del día, como en Alianza para el Progreso, donde aparentemente se están debatiendo entre postular a Eduardo Salhuana, cuestionado por sus vínculos con la minería ilegal, o repetir el plato con Alejandro Soto, en la lista que sea que vayan a apoyar. 

Al momento, el Bloque Democrático presentaría un candidato, y evalúa sumar a su coalición a dos nuevos partidos, dejando de lado a Perú Libre. 

El Bloque Democrático, conformado actualmente por Alianza Para el Progreso, Fuerza Popular, Avanza País, Somos Perú y Perú Libre, no tiene claro si seguirá incluyendo al partido del lápiz o lo cambiará por Podemos Perú, dicen que están “buscando un equilibrio”. 

Y como otra alternativa, tienen a la disminuida bancada de Renovación Popular, siempre y cuando Norma Yarrow renuncie a Avanza País y se pase a esta agrupación. 

Si en el Bloque Democrático acuerdan que Alianza Para el Progreso siga al frente de la Mesa Directiva, sus dos principales opciones son Lady Camones -quien ya fue titular por dos meses – y también está Eduardo Salhuana. 

En paralelo, Perú Libre y Podemos Perú discuten su posible inclusión en la nueva fórmula de la Mesa Directiva. Flavio Cruz, de Perú Libre, afirmó que su grupo no tenía alianzas previas con la derecha, pero considera importante la representatividad en la Mesa Directiva. Carlos Zeballos, portavoz de Podemos Perú, señaló que aún no hay conversaciones definidas, pero no descarta sumarse al Bloque Democrático. 

Todo esto en lugar de ser un saludable ejercicio democrático sería solo un acuerdo de intereses para la conservación, aumento o adquisición de una dosis de poder a través de la conquista de un cupo en la Mesa Directiva, la misma que deberá asumir funciones antes del 28 de julio.  

Y en este abarajamiento de nombres para encabezar el Legislativo quien estaría mareada de tanto girar la cabeza en pos de saber con certeza quienes serían los candidatos es la presidenta Dina Boluarte, quien tienen en el Congreso la espada de Damocles que pende sobre su cabeza y amenaza con dar fin a su mandato en cuanto ella sea prescindible para sus intereses o simplemente deje de proveerles beneficios para sus regiones. Las expectativas están desatadas y se definirán sin duda alguna en los próximos días. Estaremos como siempre bien alerta para ofrecerles la interpretación de los hechos. Hasta la próxima semana amigos de Primera. 

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