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Golden State ganó en San Antonio.
Imparables. Así son estos Warriors, que el año pasado lograron el anillo de campeón de la NBA en un nivel superlativo y que, lejos de conformarse, decidieron reescribir la historia en esta 2015/16.
Ante los Spurs, y en San Antonio, Golden State no sólo rompió el invicto de los locales en esa condición en esta temporada, sino que además rompieron la marca de mayor cantidad de triunfos como visitante para una franquicia en la historia de la liga.
Además, los de Steve Kerr llegaron a las 72 victorias en la temporada, misma cantidad que lograron los Bulls de Michael Jordan en 1996, un hito que ya fue igualado por Steph Curry y compañía y que aún pueden superar si vencen a Memphis en el último partido de temporada regular que les queda por disputar.
Los de Gregg Popovich, sin Tim Duncan, volvieron a caer, como hace dos días, aunque en esta ocasión de manera más ajustada tras la paliza recibida en Oakland. Fue 92-86 para GSW tras un primer tiempo muy parejo en el que San Antonio pudo contener a Curry. Pero el MVP de la temporada pasada -y seguramente de esta también- se destapó en el segundo tiempo y terminó con 37 puntos para guiar a su equipo a la victoria.
Por el lado de los texanos, otra vez fueron Kawhi Leonard y LaMarcus Aldridge los que sacaron la cara por el equipo. El alero anotó 20 puntos y tomó 13 rebotes, mientras que el ex-Portland acabó con 24 puntos y 10 tableros. Manu Ginóbili jugó 20 minutos, en los que aportó 8 tantos, 3 asistencias, 3 robos, 1 rebote, 1 tapa y 1 pérdida.
Se acabó el invictó de los Spurs, justo sobre el cierre de la temporada regular. Los Warriors, otra vez, van por todo, y nadie parece poder pararlos.
No fue Curry el único que brilló en esta jornada dominical de NBA. Kobe Bryant, que se retirará cuando termine esta temporada, se pareció a aquel joven imparable de hace una década. En el partido en el que los Lakers cayeron ante Houston por 130-110, the Black Mamba anotó 35 puntos, aunque no alcanzó para lograr la victoria. Por su parte, Indiana venció a Brooklyn 129-105 y abrochó su pase a los Playoffs, eliminando a Chicago.
