MERINO CON ROCHE Y SIN CENSURA

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Sin duda el protagonista de la noticia política de esta semana ha sido el presidente del Congreso de la República, Manuel Merino de Lama. Aparentemente traicionado por sus deseos irrefrenables de sentarse en el sillón de Pizarro, y emocionado por sus visiones de una inminente vacancia presidencial de Martín Vizcarra, que se ocasionaría, según él, por unos audios con más ruido y show farandulero que pruebas concretas para probar un delito. 

Su error mayor de Merino fue Incurrir en hacer llamadas inapropiadas, por decir lo menos, a los jefes máximos de la Fuerzas Armadas de nuestro país. El tenor de las mismas, según él, hacerles un llamado a la calma, cuando el más nervioso era él. 

Ha demostrado un comportamiento inestable y hasta peligroso para la salud democrática del país. Se supone que en caso el presidente Vizcarra no pueda ejercer las funciones presidenciales, por las razones que sean, según la Constitución y en ausencia de segundos vicepresidentes, él sería su sucesor para convocar a elecciones, o lo que le permitan hacer en ese entretiempo. 

Con estos atolondramientos y torpezas políticas con pinceladas castrenses, pro golpistas, nuestra situación de estabilidad democrática no sería nada solida.

No tengo la menor idea a qué tipo de asesores o a quién consulta Merino de Lama antes de actuar, pero lo que sí es seguro es que está escuchando por la oreja equivocada. Este devaneo negado en busca del poder a través de accidentes democráticos, lo ponen en la fila de los zombis políticos, pero eso no es lo peor, ha empujado el prestigio democrático de Acción Popular al filo del desbarrancamiento, lo cual evidencia con mayor fuerza la falta de liderazgo y disciplina en el partido del Paseo Colón.

Acción Popular es, o era simbólicamente, uno de los partidos más democráticos de nuestro país. Su líder fundador Fernando Belaunde Terry, al igual que Javier Alva Orlandini fueron demócratas a carta cabal. Belaunde fue derrocado en su primer gobierno por el general Juan Velasco Alvarado en el año 1968, con un golpe de estado que lo mandó al exilio por décadas. Pese a todo ello, mantuvo al Perú como doctrina (como solía repetir) y supo mantener la calma y consecuencia para retornar a participar en la reconstrucción democrática del país en 1980, como el primer presidente después de la dictadura militar, que concluyó el general Francisco Morales Bermúdez Cerrutti en 1980.

Pese al famoso “manguerazo”, el arquitecto Belaunde Terry, no cayó en revanchismos y supo inocular su pasión por la democracia y la libertad a su partido y a los correligionarios de su época, y a los que tuvieron la inteligencia para absorber su doctrina. En estos momentos Acción Popular atraviesa una crisis interna que no vislumbra solución. Uno de sus errores mayores ha sido dejarse infiltrar por advenedizos candidatos que se han hecho de una curul y están dando las peores muestras de unidad y cohesión. Mesías Guevara presidente del partido parece que reina pero no gobierna, porque mientras él está en su región ejerciendo su cargo, en Lima la bancada y el propio presidente del Congreso hacen lo que se le viene en gana.

Lamentable y preocupante la actitud demostrada por Merino de Lama en su gestión. Se esperaba de su periódo un manejo maduro y ponderado de la cosa política en las relaciones con el Poder Ejecutivo, pero no parece tener las cualidades para dialogar y llegar a acuerdos.

La crisis política por la que atraviesa el país es más que coyuntural, es de carencia de calidad en el liderazgo y es lo que está en vitrina. Las próximas elecciones están a la vuelta de la esquina y ya es un dolor de cabeza solo tener que pensar quiénes van a ser los candidatos a la presidencia y a pretender ocupar las 130 curules parlamentarias.

Pensábamos que el Congreso anterior era el peor de nuestra historia reciente y los últimos actos de la representación nacional complementaria, nos demuestran que aún no hemos visto todo, ni hemos tocado fondo en cuanto a calidad y el comportamiento de nuestros congresistas.

Una desgracia más para el peruano de a pie, el tener que rebuscar para las elecciones de abril, los candidatos menos malos o los que mejor hayan ocultado sus oscuros antecedentes, para tener que votar por ellos en ausencia de verdaderos políticos amantes del Perú.

En este desmadre, están pasando piola los partidos y agrupaciones políticas que son los responsables de postular a estos impresentables. Cuando sus representantes hacen alguna chanchada hacen mutis y miran para otro lado, cuando deberían de ser los primeros en cogerlos de la nuca y ponerlos de patitas en la calle o mínimo ante los organismos de control interno, en lugar de hacerse los desentendidos.

El negocio político sigue viento en popa en el Perú, los partidos y agrupaciones se han convertido en una especie de empresas para los líderes o propietarios, pues simplemente ofertan sus espacios para candidatear al mejor postor o pagador, pensando en su beneficio personal y empresarial. Una verdad y una vergüenza.

Al cierre de esta edición se dio la votación en el Congreso de la República para definir la moción de censura contra el presidente Martín Vizcarra, estos fueron los resultados 15 abstenciones, 78 votos en contra y 32 a favor. Con 44 votos en contra se definía la intentona de vacancia, que al final solo sirvió para perder tiempo, mostrar ambiciones ocultas, distraer al país y a las autoridades de sus obligaciones de enfrentar la crisis económica y sanitaria. Así están las cosas en nuestro querido Perú. Hasta la próxima semana mis amigos de Primera.

1 COMMENT

  1. ESE MERINO SE CAGO EN LA MEMORIA DE BELAUNDE Y POR PENSAR EN SU BOLSILLO JODIO TODO EL PARTIDO PARA LAS PROXIMAS ELECCIONES PRESIDENCIALES

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