PACTO SIN VIAJES

Esta semana la presidenta de la República, Dina Boluarte, tuvo la genial idea de presentarse en público y dar un mensaje a la Nación para lloriquear y quejarse de la negativa del Congreso de la República a darle permiso para viajar a los Estados Unidos, con motivo de su asistencia a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Cita a la que su presencia no representa ninguna importancia, puesto ella carece de representación, ya que el ascenso al primer cargo de la República, obedeció más a un accidente político que a un mandato popular. Dicha negativa puesta de manifiesto por la mayoría parlamentaria, expresa que el pacto político que mantiene Boluarte con Fuerza Popular y Alianza para el Progreso, obedece a una agenda puntual, en la que a la luz de los últimos acontecimientos, la aprobación de los viajes al extranjero de la mandataria, no están contemplados. A juzgar por la pataleta televisada protagonizada por la pesidenta, ella creía que el pacto bajo la mesa que mantiene con las principales fuerzas políticas, incluía un pase libre a todos su requerimietos congresales, incluida sus salidas al extranjero, triste fue para ella comprobar que esto no es así.

“En el transcurso del día, hemos recibido información preocupante de que algunos de los congresistas estarían siendo influenciados para votar en contra de la autorización del viaje. Esta situación pone de manifiesto que, para algunos representantes, los intereses partidarios y personales son más importantes que los intereses de nuestra patria”, señaló la presidenta al inicio de su discurso televisado. Evidenciando de esta manera que recién el mismo día y durante la votación en el pleno sus asesores (si es que los tiene) se dieron cuenta que no iban a tener los votos suficientes para la aprobación de su pedido. Esto demuestra el nulo manejo político del Ejecutivo para con el Legislativo, puesto que ella fue la primera sorprendida con la negativa a su intención de salir del país. Este hecho sin importancia para muchos, demuestra que el gobierno no tiene mecanismos activos o confiables de coordinación o conciliación con los otros poderes del Estado. Dicha responsabilidad, por cierto, le corresponde al primer ministro. Esto demuestra ante la opinión pública la debilidad y carencia del gobierno para siquiera mantenerse en el juego político que exige gobernar un país.

Todo esto es muy preocupante por que demuestra la total falta de liderazgo de la presidenta Boluarte. De la falta de peso político ante las otras intituciones para lograr ejercer el poder a plenitud. Un presidente que no puede garantizar ante los otros paises su presencia en tal o cual cita internacional, no inspira ningún respeto o consideración. Por lo que al final de cuentas es mucho mejor su no asistencia a dicho encuentro. Sobre todo si se toma en cuenta el papelón que protagonizó en el encuentro informal que tuvo con el presidente Biden en las escaleras del edificio de la sede donde se realizó la Cumbre de los Líderes de las Alianza de las Américas para la Prosperidad Económica (APEP) en noviembre del 2023.

En su mensaje, Boluarte Zegarra arremetió contra los parlamentarios y les exhortó a dejar de lados “los odios e intereses personales” para trabajar por el bien del país. “Ante esta afrenta al Perú, les digo, basta de intereses personales, basta de odios y dejemos de lado las barreras que nos separan y nos dividen, señaló en un vano intento por captar la atención y asumir un liderazgo.

Otro detalle que no fue tomado en cuenta por los analistas políticos, fue que antes del mensaje de la presidenta, durante la conferencia de prensa luego del Consejo de Ministros, el titular de la PCM, Gustavo Adrianzén, deslizó un llamado a los congresistas en el que les solicitó reconsiderar sus votos para aprobar el permiso de viaje de la mandataria. Y por la tarde la presidenta pidió desistir de este pedido. Posiciones lamentables que solo expresan falta de personalidad política.

Es mejor que la mandataria no asista a la cita de la ONU en Nueva York, puesto que en la agenda internacional figura casi como apestada política, y es que nadie tiene interés en siquiera aparecer en una foto con ella, debido a la indefinición política que mantiene ante hechos internacionales como el resultado del reciente proceso electoral en Venezuela, entre otros. Y en verdad nadie sabe precisar a qué es que iba a ir Boluarte a dicha cita. Será que ya tenía agendado irse de shoping en la Fifth Avenue (quinta avenida). Donde por cierto hay una tienda oficial de la marca Rolex. Gobierno sin brújula. Presidenta sin rumbo. hasta la próxima semana mis amigos de Primera.