El entendimiento, alcanzado en Corea del Sur, incluye la rebaja de impuestos a productos chinos y el fin del control chino sobre exportaciones de tierras raras durante un año.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó este martes que reducirá los aranceles impuestos a los productos chinos y que China levantará el bloqueo de exportaciones de tierras raras. El anuncio se produjo tras una reunión de casi dos horas con su homólogo Xi Jinping en el aeropuerto de Busan, Corea del Sur, durante la gira asiática del mandatario estadounidense.
Contexto y antecedentes
Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China se intensificaron desde 2018, cuando Washington impuso una serie de aranceles a las importaciones chinas por motivos de “competencia desleal” y “riesgos para la seguridad nacional”. Pekín respondió con medidas equivalentes, lo que afectó el comercio bilateral y la estabilidad de los mercados globales.
Uno de los puntos críticos ha sido el control chino sobre las tierras raras, un grupo de 17 minerales esenciales para la fabricación de tecnología avanzada —desde teléfonos inteligentes hasta armamento y vehículos eléctricos—. China concentra alrededor del 90 % del procesamiento mundial de estos materiales, lo que le otorga una posición estratégica en la cadena de suministro global.
En las últimas semanas, el gobierno chino había reforzado las restricciones a la exportación de tierras raras, lo que generó preocupación entre los fabricantes occidentales y tensiones diplomáticas.
Detalles del acuerdo
Durante el encuentro en Busan, Trump calificó la cita como “un gran éxito” y aseguró que el comercio de tierras raras está “resuelto”. “Ya no hay obstáculos por parte de China”, declaró a los periodistas a bordo del Air Force One tras la reunión.
Posteriormente, el Ministerio de Comercio chino confirmó que suspenderá la “aplicación de las medidas de control de exportaciones pertinentes” durante un año, aunque no especificó si esa decisión responde directamente a lo anunciado por Trump.
Según la agencia Reuters, Estados Unidos reducirá los aranceles generales a las importaciones chinas del 57 % al 47 %, y rebajará de manera específica la tasa aplicada a los precursores químicos del fentanilo del 20 % al 10 %. La Casa Blanca justificó la medida como un paso hacia una “cooperación más eficaz” en la lucha contra el tráfico de opioides sintéticos.
Por su parte, las autoridades chinas indicaron que suspenderán temporalmente algunos aranceles recíprocos sobre productos estadounidenses. Además, la prensa oficial de Pekín señaló que Washington habría aceptado —aunque sin confirmación oficial— suspender la ampliación de la Entity List, que impone restricciones a las empresas extranjeras que reciben exportaciones estadounidenses.
Posturas oficiales y repercusiones
El presidente Xi Jinping valoró el encuentro como “constructivo” y afirmó que ambas naciones alcanzaron “un consenso para resolver importantes cuestiones comerciales”. En declaraciones publicadas por la agencia Xinhua, el mandatario chino sostuvo que los equipos de negociación de ambos países trabajarán para “producir resultados que sirvan como una píldora tranquilizadora para las economías de China y Estados Unidos”.
Xi también destacó las “prometedoras perspectivas de cooperación” en ámbitos como el control de la inmigración ilegal, la lucha contra el fraude cibernético, el lavado de dinero y el desarrollo conjunto de inteligencia artificial.
El alivio de las medidas sobre las tierras raras fue recibido con cautela por los mercados, que observaron un repunte en los precios de las empresas tecnológicas dependientes de estos minerales. Sin embargo, analistas económicos subrayan que las concesiones anunciadas son temporales y podrían revertirse si no se concreta un acuerdo integral sobre comercio y seguridad tecnológica.
Proyecciones y posibles consecuencias
De confirmarse los compromisos anunciados, la reducción arancelaria podría estimular el intercambio bilateral y aliviar la presión sobre sectores manufactureros que dependen de insumos chinos. Al mismo tiempo, la suspensión del control sobre tierras raras podría restablecer la estabilidad de las cadenas de suministro globales en sectores estratégicos.
Sin embargo, especialistas en comercio internacional advierten que ambos países mantienen profundas divergencias estructurales en materia de propiedad intelectual, subsidios estatales y seguridad tecnológica, lo que podría reavivar las tensiones en el mediano plazo.
Panorama
El encuentro de Busan marca un nuevo intento por reencauzar las relaciones comerciales entre las dos mayores economías del mundo. Aunque las medidas anunciadas ofrecen un respiro temporal, tanto Washington como Pekín deberán concretar mecanismos de seguimiento que aseguren la implementación de los acuerdos alcanzados. Por ahora, el levantamiento parcial de aranceles y restricciones abre una ventana de distensión en una relación bilateral marcada por años de fricciones.
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