El sonido es empleado en hospitales y experiencias musicales como el sound healing colaboran con nuestro organismo a mantener o mejorar nuestra salud. Ante esto, el famoso concertista de piano, James Rhodes, confesó en sus memorias que había sido violado a los 6 años y que después había estado internado en un psiquiátrico, caído en las drogas y el alcohol he intentado suicidarse en cinco ocasiones. La música lo ayudó a sobrellevar todo esto.
“Afortunadamente, la música llegó al rescate, me ha salvado la vida de una forma muy literal, y creo que también la de un montón de personas más. Ofrece compañía cuando no la hay, comprensión cuando reina el desconcierto, consuelo cuando se siente angustia, y una energía pura y sin contaminar cuando lo que queda es una cáscara vacía de destrucción y agotamiento. No a todo el mundo la música le ha salvado la vida, eso está claro, pero sí ayuda a que mantengamos la salud e, incluso, a que nos recuperemos de una enfermedad, o en el peor de los casos a que la sobrellevemos mejor”, dijo el experimentado pianista.