MENU
Ya se aprecia un gran número de colectivos, combis y coasters, en la vía despejada.
Volvió la calma. Los vehículos de transporte de pasajeros que operan de manera tradicional en Manchay (Pachacámac) volvieron a circular con normalidad, luego de retirarse las piedras y llantas que habían sido colocadas en diferentes vías en protesta por la operación del servicio alimentador del corredor Javier Prado.
Si bien se anunció que dicho servicio se iba a suspender, los pobladores que bloqueaban las vías se resistían a liberar la calle. Recién en la noche, cuando representantes de Protransporte aseguraron que la suspensión sería definitiva, que depusieron su medida de fuerza. Ayer desde temprano, se apreciaron un gran número de colectivos, combis y coasters circulando por la avenida Víctor Malásquez, la más importante de Manchay, vía que ahora luce despejada.
Los transportistas de las unidades tradicionales que cubren la ruta de Manchay hasta la avenida Cieneguilla cobran 50 céntimos, y hasta Molicentro, un sol, cosa que deseaban mantener los pobladores.
MANTIENEN SU MOVILIDAD
Las mismas unidades transportan a los pasajeros hasta diferentes puntos de la capital como Santa Anita, Chorrillos, La Victoria, San Juan de Lurigancho, e incluso hasta el Callao. La tarifa para este último destino es de 4 soles, cosa que les convienen, dicen los protestantes. Camiones de la municipalidad de Pachacámac están recogiendo la basura que había quedado regada a lo largo de la toda la avenida Víctor Malásquez.
Durante los dos días de protestas, los habitantes de Manchay se quejaron de que la ruta alimentadora no cubría trayectos que ellos tomaban con el transporte tradicional y que, peor aún, les cobraba 1.20 soles, a diferencia de los 50 céntimos que ellos habitualmente pagan.
