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El abogado fujimorista alegó que solo cuentan con el “registro mental” de su defendido que está en EE.UU.
Se cae la cortada que lanzó el fin de semana Jaime Yoshiyama desde EEUU, donde permanece por supuestos asuntos médicos lejos del alcance de la justicia, que ya ordenó para él 36 meses de prisión preventiva por el caso de lavado de dinero en Fuerza 2011, hoy Fuerza Popular.
Humberto Abanto, su defensor legal, admitió que no tienen pruebas documentales de los aportes económicos del empresario Juan Rassmuss Echecopar, fallecido hace dos años, a la campaña de de Keiko Fujimori, tal como lo aseguró su cliente en el programa Cuarto Poder.
El abogado alegó que por ahora solo cuentan con el “registro mental” que Yoshiyama ha llevado del supuesto dinero. Según dijo, están reconstruyendo cómo Rassmuss Echecopar entregó los aportes a la campaña de Fuerza 2011.
Abanto agregó que si bien esta versión puede despertar “dudas razonables”, la muerte de alguien no impide ni frustra la posibilidad de demostrar que dicha persona hizo tal o cual cosa.
“Los montos que movilizó y entregó a Yoshiyama dejan un trazo en una persona que tiene recursos lícitos: sacar dinero del banco, movilizarlo con compañía de seguridad”.
Insistió en que recién han comenzado a reconstruir los viajes del desaparecido empresario al Perú, y que están buscando los nombres de los colaboradores, las secretarias y los contadores que pudieron presenciar las reuniones que tuvo con Yoshiyama para contrastarlas con sus eventuales movimientos económicos.
Consultado por qué su defendido guardó silencio sobre el tema todo este tiempo, alegó que debido a “su edad y a la cultura a la que pertenece”, quiso cumplir su supuesta promesa de no decir nada al respecto.
“Eso ha causado aflicción a un grupo de copartidarios suyos que están pasando una situación difícil. Esto lo ha obligado a liberar el nombre del empresario”, dijo Abanto, tras referir que fue un error no haberlo dicho antes.
