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“Tiene que entender que no queremos recibir”, dijo la jefa del gabinete, pero parece que a estas alturas nada evitará la llegada del autócrata venezolano en Perú
El culebrón que provocó el gobierno de PPK, a invitar a Nicolás Maduro primero y luego retirarle la invitación para la Cumbre de las Américas de Lima, continúa, y amenaza con convertirse en un problema diplomático de alto vuelo, porque la jefa del gabinete, Mercedes Aráoz, advirtió que no se permitirá que el mandatario del país petrolero pise suelo peruano.
“Ni el suelo peruano, ni el mar peruano, ni el aire peruano puede ser invadido por una fuerza extranjera. Maduro tiene que entender que en el Perú no lo queremos recibir”, subrayó Aráoz, en respuesta a lo desafiante que se había mostrado el venezolano, cuando anunció desde Caracas que vendrá a Lima para la cumbre, prevista para el 13 y el 14 de abril próximo, de todas formas, “por aire, tierra o mar”, así “llueva, truene o relampaguee”.
“¿No me quieren ver en Lima? Me van a ver. Llegaré a la Cumbre de las Américas con la verdad de la patria de Simón Bolívar y de Antonio José de Sucre. La verdad de Venezuela llegará a la Cumbre de las Américas. ¿Por qué me tienen miedo? Vamos a reunirnos. Yo no le tengo miedo a ustedes”.
Aráoz criticó la actitud “agresiva” de Maduro ante una decisión del gobierno peruano, que recibió el respaldo del Grupo de Lima, aunque no explícito, en torno a la decisión de retirar la invitación al mandatario para la Cumbre de Las Américas, pese a que el mismo presidente Kuczynski le envió una carta en la que lo invitó y luego, públicamente, dijo que podía venir. Días después, su postura cambió 180 grados.
