El debut del técnico italiano dejó más preguntas que respuestas tras un empate sin goles ante Ecuador en Guayaquil. El campo de juego, la falta de gol y la reacción de la prensa marcaron el tono del estreno.

Introducción: El estreno más esperado del año
El 6 de junio en Guayaquil, Carlo Ancelotti dirigió su primer partido oficial como entrenador de la selección brasileña en el marco de las Eliminatorias Sudamericanas al Mundial 2026. Sin embargo, el resultado —un empate 0-0 ante Ecuador— distó mucho del espectáculo que se esperaba. Lo que iba a ser una jornada de ilusión terminó dejando una sensación de escepticismo entre la prensa y los hinchas de la ‘Canarinha’.
Contexto previo: Un nombramiento de alto perfil
El arribo de Ancelotti a la selección brasileña fue celebrado como un hito. Se trata del entrenador más exitoso en Champions League (cuatro títulos) y uno de los pocos en haber dirigido a gigantes como Real Madrid, AC Milan, Chelsea y Bayern. El encargo era claro: devolverle el brillo competitivo a una selección herida tras el fracaso en Qatar 2022, pero aún cargada de talento.
Su primer desafío, sin embargo, fue todo menos sencillo: visitar a Ecuador, uno de los equipos más compactos en Sudamérica, y hacerlo en el difícil Estadio Monumental Banco Pichincha.
El partido: control sin profundidad
Brasil dominó la posesión de balón con claridad (57%) y completó más de 470 pases, pero ese control no se tradujo en ocasiones claras. Vinícius Jr. tuvo un remate franco en el complemento y Casemiro desperdició una chance desde el borde del área, pero más allá de eso, el equipo careció de desequilibrio. La ausencia de Neymar por lesión y la falta de ideas en el último tercio de campo evidenciaron un ataque estéril.
Ecuador, por su parte, apostó por un planteamiento físico e intenso, dificultando los circuitos de Brasil y generando peligro aislado con Enner Valencia y Moisés Caicedo, aunque sin éxito.
Declaraciones: diplomacia y autocrítica de Ancelotti
Ancelotti evitó dramatizar en su primera conferencia como seleccionador sudamericano.
“Fue un partido difícil, Ecuador es fuerte, muy físico. Defendimos bien, pero nos faltó claridad arriba. Hay mucho por mejorar, pero el grupo mostró compromiso”, sostuvo.
Sobre el estado del campo, fue más enfático:
“El césped no estaba en buenas condiciones. Eso afecta el ritmo, la precisión. No es una excusa, pero es una realidad que condiciona el juego”.
Prensa brasileña: elogio a la defensa, crítica al ataque
La prensa especializada fue unánime: la versión ofensiva de Brasil fue decepcionante.
- O Globo habló de una “pobreza ofensiva” en el debut de Ancelotti.
- Lance calificó al equipo como “apagado y sin ideas”, aunque destacó el rendimiento de Bremer en defensa.
- Globoesporte fue más mesurado y describió el partido como un “empate tibio, con puntos a corregir”.
La expectativa de ver un Brasil dominante bajo la conducción de una mente europea de élite contrastó con la realidad de un equipo en etapa de ensayo.
Datos clave del partido
Indicador | Ecuador | Brasil |
---|---|---|
Posesión de balón | 43 % | 57 % |
Remates al arco | 1 | 2 |
Faltas cometidas | 12 | 15 |
Pases completados | 320 | 478 |
Tarjetas amarillas | 3 | 2 |
Goles esperados (xG) | 0.42 | 0.69 |
Estos datos revelan un Brasil dominado en lo territorial pero neutralizado en lo creativo, y una Ecuador que planteó un partido a la medida de sus fortalezas.
Próximo reto: Paraguay, el examen en casa
El siguiente compromiso de Brasil será como local ante Paraguay en el Arena Fonte Nova. Se espera que Ancelotti ajuste el esquema ofensivo, posiblemente incorporando desde el arranque a Endrick o Martinelli, además de corregir los problemas de transición defensiva y generación de juego interior.
“Hay que buscar más movilidad y ritmo. En casa tendremos otra energía”, sentenció el italiano.
Reflexión final: paciencia y expectativa en torno al ‘proceso Ancelotti’
El debut de Ancelotti estuvo lejos del ideal, pero no representa un tropiezo catastrófico. El empate permite ver un Brasil aún en fase de adaptación, más sólido atrás que fluido adelante, pero con espacio para evolucionar. La prensa y la afición están expectantes: no será fácil complacerlas sin resultados.
Lo cierto es que el ciclo ha comenzado, y las Eliminatorias sudamericanas —como escenario— no perdonan el tiempo de ensayo. Ancelotti lo sabe: no bastará con la jerarquía del banco, el gol debe llegar pronto.