Al menos 22 personas han muerto y decenas han resultado heridas en un atentado con un coche bomba cerca de un mercado y una mezquita chií para mujeres de la localidad de Parachinar, en el cinturón tribal del noroeste de Pakistán y cercano a la frontera afgana.
El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, expresó su condena al atentado y reiteró su determinación para acabar con el terrorismo. “La red de terroristas ha quedado rota y es nuestra obligación nacional continuar esta guerra hasta la completa aniquilación del terrorismo en nuestro suelo”, aseguró.
El atentado se produjo en momentos en que el Ejército lleva a cabo un nuevo operativo militar en todo el país contra la insurgencia bautizada como operación Radd-ul-Fasaad (“Eliminación de la discordia”).
Esa operación fue lanzada tras una serie de ataques que causaron unos 130 muertos en la primera quincena de febrero y es continuación de la operación Zarb-e-Azb (Afilado y cortante), que se puso en marcha en las zonas tribales en junio de 2014.