Las escapadas de Donald Trump a Florida, los viajes de sus hijos por todo el mundo y la residencia de la primera dama en Nueva York elevan las facturas a niveles insólitos y complican la labor del Servicio Secreto en Estados Unidos. Solo tres viajes a su lujoso club privado les han costado más de US$10 millones a los contribuyentes.
Este es el tercer fin de semana consecutivo que Donald Trump pasa en su lujoso club privado Mar-a-Lago de Palm Beach (Florida), al que ya ha bautizado como “La Casa Blanca de invierno”.
A los gastos de su desplazamiento -y del de su séquito de seguridad- desde Washington, se suman los de la primera dama, Melania, quien ha viajado desde Nueva York los tres fines de semana para acompañar a su marido en Florida.
La primera dama ha roto con la tradición al no mudarse inmediatamente a la Casa Blanca y quedarse en su lujoso ático de la Torre Trump en Manhattan mientras su único hijo, Barron, termina el curso escolar.