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La Compañía Minera Lincuna SAC se ha comprometido a paralizar temporalmente sus operaciones hasta que se remedien los efectos del derrame de 50 mil metros cúbicos de relave minero ocurrido el sábado en el distrito de Recuay, en la región Áncash. El Prefecto de la Región Áncash, Alex Cordero Cuisano, informó que este acuerdo ha sido firmado el domingo por los representantes de la empresa y los pobladores de la comunidad de Manco Cápac, pero según voces de la misma población, dicen que los firmantes no los representan. Según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), el incidente se registró a las 12:15 a.m. del sábado debido al colapso del dique frontal de la presa de relave número dos. El Prefecto señaló que el deslizamiento ha afectado la cuenca Sipchoc y las aguas del río Santa, razón por la cual los especialistas de la OEFA y la Autoridad Nacional del Agua (ANA) han realizado un monitoreo para evaluar la calidad del agua, pero como siempre, guardan bajo siete llaves los resultados y no lo dicen públicamente. Después el gobierno y las empresas mineras se queja del porque las comunidades se oponen a estos proyectos.
