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Es una fiesta previa a la Pascua de la Resurrección que se vive hoy domingo desde las 05:00 a.m.
Este año tampoco hubo toros que ingresen bramando a la plaza de armas de Ayacucho. Pero el perfil del bravío se multiplicó estampado en los polos y accesorios de los turistas.La masiva concurrencia celebró el esperado Pascua Toro, festividad previa a la ceremonia de Resurrección de Jesús.
El Pascua Toro era un torito negro con extremidades de carrizo y pelaje de papel que ingresaba a la plaza sobre los hombros, secundado de bombos, platillos, trompetas y cantos de las comparsas, que volvían a verse los rostros después de tres años. El Pascua Toro era un par de cachitos rojos que las chicas llevaban orgullosas sobre sus cabezas. Y bramaba de felicidad. El Pascua Toro, si tiene un rostro, es sobre todo, el de miles de jóvenes.
Si el Viernes Santo, en Ayacuchodominaban la pigmentación oscura en la vestimenta, la reflexión y las velas de la procesión del Señor del Santo Sepulcro, la antítesis fue ayer, Sábado de Gloria en el calendario católico, y Pascua Toro en el calendario particular ayacuchano.
El doble de turistas
“Tras estos años de parada (por la pandemia), hemos abierto las puertas, pero también las expectativas nos han desbordado. Tenemos toda esta alegría de la juventud no solo en la plaza mayor sino en diversos espacios públicos dentro de la ciudad”, dice el alcalde provincial de Huamanga, Yuri Gutiérrez.
El flujo de turistas se mantuvo en Ayacucho: durante el jueves y sábado recibió un promedio de 120 buses con turistas. Por ello, el alcalde Gutiérrez calcula que se ha duplicado los 20 mil turistasproyectados inicialmente por Ayacucho. 
Voces jóvenes
“Por supuesto, es la fiesta que esperábamos la población”. Wilmer Laurente viene de Cangallo y se mueve como un poseso del break dance en una esquina de la plaza Sucre. La gente le hace vivas. Lo hace, jura, por su pueblo y por Ayacucho. Es que la consigna, explica, es festejar hoy todo el día y toda la noche. Hasta que aguante el cuerpo.
El grupo de viajes se llama Club Mochilas, tienen tres años y es la primera vez que llegan desde Lima para visitar Ayacucho, la Sevilla peruana. Despertaron temprano para participar en el estadio del distrito de Carmen Alto, en la parte alta de la ciudad, de la corrida de toros. Hubo susto y adrenalina. 
Carmen Sánchez habla a nombre de todos, dice que se han sentido muy acogidos. “La estamos pasando superbién; estamos disfrutando todo, los lugares turísticos, la gastronomía, la gente es muy cariñosa. Espectacular”.
Yuse Solís llegó con cuatro amigos desde Lima y armó un supergrupo de gente de todos lados, del cercano Vraem, del lejano Cajamarca, de Arequipa. Para Solís, la seguridad ha sido muy buena y la buena onda de los ayacuchanos.
No mueras, tradición
Jesús Sobero que, como todo huamanguino que se respete, conoce de jala toros de Semana Santa, encuentra diferencias entre esta edición 2022 con las que se daban antes que llegase la pandemia del covid-19.
Yo veo miles de personas alrededor de la plaza Sucre pero Obrero, que integra la comparsa Cangallo Corazón, dice que antes había más personas en Toro Pascua, seguramente por el temor que aún tienen de contagiarse por las multitudes.
Recuerda cuando antes en los Viernes Santo se hacía el “vela toro” en la Alameda Valdelirios, que hacía las veces de corral para las bestias rumiantes. Se llevaban a “jugar” a los toritos y había música de violín; es decir, aquí no había estocada final ni se trataba tampoco de bravos animales (para evitar que dejen muchos heridos a su paso).
A la mañana del día siguiente, Pascua Toro o Sábado de Gloria, se les soltaba por la avenida 28 de julio hasta la plaza mayor, donde se completaba con la exhibición de caballos de paso, seguidos por las comparsas carnavalescas. Si ya no se hace el Toro Pascua con animales de verdad es porque las autoridades no han dado el permiso para no tener problemas con los defensores de los animales.
Choclos y flores
A las comparsas se unen grupos de turistas. Hay mucho licor, se canta a todo pulmón, como sea, los estribillos de huainos famosos mientras que dentro de la Basílica Catedral, se ultima los detalles de la imagen delCristo de Resurrección.
Desde la mañana, otro grupo de comparsas se distinguían por sus estandartes, elegancia, limpieza y orden: mujeres huamanguinas avanzaban primero, como un bosque de banderas ensombreradas, portando velas, y bellos choclos y frutas trabajados en cera, que adornarán las andas del Cristo de Resurrección.
Los seguían caballeros, con sus ponchos marrones doblado sobre el hombro. Algunos portaban los “cascos”, suerte de candelabros de cartón donde arderán las tres mil velas alrededor de la imagen que saldrá el domingo, a las cinco de la mañana. Los seguían bandas con melodías ayacuchanas.
En las calles de Huamanga estas comparsas de las confraternidades ayacuchanas se encontraban con los grupos que partían en sentido contrario, en busca de la aventura del jala toro, envueltos en carnavales festivos y muchos “salud”.
Sobre el cielo ayacuchano podía verse las torres humanas que formaban de forma espontánea sin mucho dominio de la técnica y muchas risas. Es otra forma de los jóvenes visitantes de sentirse vivos y parte de una comunidad, tras dos años de pandemia que les robó meses con encierros.
Algunos juran que no dormirán. Amanecerán aquí, en la plaza acompañados del monumento del mariscal José Antonio de Sucre, a la espera de la Pascua de Resurrección. Se arrodillarán ante la imagen del Cristo que emergerá de la catedral para alumbrar, desde la madrugada, con su esperanza.
Otras fiestas
Toda la ciudad de Ayacucho se llenó de festividades. En el mirador del cerro Acuchimay fue el lugar favorito para las familias de clases más populares. En la histórica Alameda Valdelirios se desarrolló un festival gastronómico donde no faltaron cuyes, chicharrones, puca picantes y mondongos. La música también se multiplicó en decenas de conciertos. Pues aquí, va de la mano con la fe. En la feria Nacional de Canaán, se presentó la oferta agropecuaria, con un espacio especial para el cacao y el café, pues en octubre, Ayacucho será la sede del VI feria Ficafé y Taza de Excelencia 2022.
