Rosa Bartra y Karina Beteta saltaron en un pie
Mercedez Aráoz recuerda así en su libro el momento que le tocó asumir ante el país la pretendida encargatura presidencial
“Era evidente que no me hacía gracia que se me acercaran a felicitarme Rosa Bartra, Karina Beteta, Milagros Salazar o el pastor evangélico Julio Rosas, conociendo su conducta política, en las antípodas de la mía, pero tampoco podía evitarlo. Era el momento y estaba ahí, no podía correrme. De hecho, la decisión más difícil esa noche fue no correrme a la responsabilidad, aun sabiendo que me jugaba todo: mi vida política y la vicepresidencia de la República, lograda por elección popular”.