BOLUARTE EN EL PODER: MOCOS POR BABAS

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Lamentablemente la crisis política se ha vuelto una enfermedad crónica en el país. Sobre todo, bajo el mandato accidental de la presidenta Dina Ercilia Boluarte Zegarra. La mediocridad improvisada parece ser el título del plan de trabajo de este gobierno que no tiene un rumbo claro. Y que viene acumulando fracasos de gestión como si fuesen medallas de barro. Entre ellas el pésimo manejo para enfrentar el fenómeno del Niño Costero y Niño Global, además del fracaso para enfrentar la epidemia del dengue, hecho que llevó a la renuncia de la ministra de Salud Rosa Gutierrez.
Bajo el amparo tácito de que es un régimen que rescató al país de las garras de un gobierno golpista, seudo comunista y corrupto cree tener todas las prerrogativas para ejercer con licencia de dañina mediocridad, que conforme trascurre el tiempo, podemos decir sobre el relevo presidencia que se ha cambiado mocos por babas.
Y para zanjar cualquier mala interpretación, que pueda señalar a este texto y a su autor como prejuicioso o preso de odio o econo hacia la presidenta Boluarte, basta con darle un vistazo a la última encuesta de opinión en la que se registra que el 80% de la población peruana desaprueba la gestión de la presidenta Dina Boluarte y el 91% la del Congreso, unas cifras que colocan la legitimidad en mínimos históricos, según un sondeo urbano-rural del Instituto de Estudios Peruanos (IEP).
El estudio, en el que participaron 1.209 entrevistados, revela que más de la mitad de peruanos considera a la administración de Boluarte peor que la de Pedro Castillo, cuya destitución y encarcelamiento después del golpe fallido autogolpe produjeron una ola de manifestaciones.
Estos números, según la encuesta, tendrían un correlato directo con la evaluación ciudadana sobre el medio año de Boluarte en el sillón presidencial: el 67% de los peruanos consideró como “mala” o “muy mala” su gestión, que tuvo la peor evaluación ciudadana en abril pasado. Ante estos resultados el termino mediocre utilizado en el primer párrafo resulta benigno para la crítica hacia el gobierno.
El ya rechazado Legislativo, en tanto, mantuvo su desaprobación por encima del 90%, con variaciones en el centro del país (+22) y Lima Metropolitana (+17%).
Estos resultados demuestran que la opinión pública no le perdona a Boluarte la mentira de haber dicho que su gobierno era de transición hacia un proceso de elecciones generales. Consumado el engaño en sociedad con el Congreso, la gente no le va a perdonar jamás que Boluarte considere que el adelanto de elecciones es un tema cerrado y que se apresta a gobernar muy orondamente hasta julio de 2026.
El engaño
Cabe recordar a los desmemoriados, que parece ser la mayoría en este país, que, a inicios de año, el Ejecutivo presentó al Congreso dos proyectos para adelantar las elecciones a 2024 (abril y diciembre), pero ambos fueron rechazados por falta de consenso. De igual modo, el Legislativo elevó una serie de propuestas, aunque tanto la Comisión de Constitución como el pleno rechazaron hasta marzo pasado por lo menos cinco intentos de adelantar los comicios para diciembre de este año. En resumen, un juego combinado que termino en una vil tomadura de pelo orquestado por ambos poderes del Estado.
En este burdo engaño se sumó Fuerza Popular, con Keiko Fujimori, que quiso tomar protagonismo en el asunto a raíz de una entrevista con el programa Panorama, donde señaló que el adelanto de elecciones “es algo latente”, contrario a la postura de Boluarte, tras lo cual la jefa de Estado desafió a la tienda naranja a ponerlo en agenda nuevamente. En un planeado juego de ping pong político que ya no se lo cree nadie.
Dina la viajera
Por otro lado, esta semana se oficializó la Ley 31810 en el Diario Oficial El Peruano, la cual modifica la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo (29158) para que Dina Boluarte pueda despachar de forma remota desde el extranjero. Ante esto, la congresista Ruth Luque anunció, que su bancada Cambio Democrático-Juntos por el Perú está preparando una demanda de inconstitucionalidad debido a que la disposición infringe la Carta Magna. “Su Gobierno se sostiene en un papel y ahora en la virtualidad para poder salir del país”, reclamó la parlamentaria por el Cusco.
“En caso de que el presidente de la República deba salir del territorio nacional y no haya vicepresidentes en ejercicio, de manera excepcional, el presidente de la República se mantiene a cargo del despacho presidencial empleando tecnologías digitales. Es obligatoria la implementación de mecanismo de seguridad digital para el uso de dichas tecnologías”, es lo que dispone la actualizada Ley Orgánica del Poder Ejecutivo.
El Congreso es el responsable
La ley fue aprobada por el Parlamento, en segunda votación, con 72 votos a favor, 39 en contra y 5 abstenciones; pese a que diversas voces especializadas, como la del excanciller Miguel Ángel Rodríguez Mackay, la observaron.
Rodríguez Mackay calificó la norma como “infantil” y “jurídicamente inconsistente”, debido a que el texto ignora los mecanismos establecidos en la Constitución. “No hay poder virtual. Por esa razón, es un proyecto jurídicamente inconsistente, que no se hizo pensando en la fuerza de la ciencia política y del poder que establece en su doctrina, que el poder se ejerce presencialmente y que el poder de un Estado no puede quedar en la virtualidad, en el internet. El poder de un Estado no puede virtualizarse”, explicó.
Entonces tenemos que el régimen de Boluarte viene acumulando un collar de perlas negras que en este momento ya le están pasando factura, sobre todo en el rubro del rechazo popular expresado en la última encuesta referida.
Al parecer la suma de todos estos malestares y repudios hacia el gobierno de Dina Boluarte se pondrán de manifiesto en la anunciada tercera toma de Lima, programada para el próximo 19 de julio. La manifestación anunciada desde el sur y norte del país ha suspendido por en cuanto los ímpetus viajeros de la presidenta Boluarte, quien ha cancelado su participación en diversos eventos en el exterior. Ojo ahí que se vienen semanas complicadas, puesto que la llamada toma de Lima será un termómetro de la evolución de la protesta popular en el país y por otro lado, la salida al exterior de Boluarte podría sacarla del sillón presidencial por faltar a la Constitución. Seguiremos expectantes y críticos, hasta la próxima semana mis amigos de Primera.

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