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La participación del presidente de la República Ollanta Humala Tasso en la presente contienda electoral ha dejado mucho que desear -y pese a que ha sido objeto de llamadas de atención de las autoridades electorales- por no guardar la neutralidad que la Constitución le exige, hasta ayer siguió interviniendo, con opiniones contra algunos candidatos presidenciales y pronunciándose sobre el proceso electoral en cuanta actividad realizó en estos últimos días.
Lo más clamoroso fue la posición que asumió un día antes, de no enviar una nota de protesta por las críticas formuladas contra el proceso electoral por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien tildó de “semidemocráticas” las elecciones que se realizarán este domingo.
Insistimos en este hecho, porque en el camino surgen elementos que responderían el por qué la actitud del señor Luis Almagro, ex canciller del gobierno uruguayo del Frente Amplio que presidió José Mujica Cordano, y que llegó al cargo de secretario general de la OEA gracias al apoyo del gobierno de Ollanta Humala.
¿Por qué un general de la OEA, que no se pronuncia para nada del gobierno dictatorial de Venezuela, critica hoy al proceso electoral peruano coincidentemente con la posición asumida por el presidente Ollanta Humala?
No olvidemos que el jefe de Estado firmó el acta con el que el Partido Nacionalista retiró la candidatura de Daniel Urresti, y en la que entre sus argumentos cuestionaron la limpieza del proceso electoral y la labor de las autoridades electorales.
Ahora bien, Luis Almagro se pronunció contra el Jurado Nacional de Elecciones y la contienda electoral, luego de reunirse con el excluido candidato Julio Guzmán, quien ha sido parte del gobierno de Ollanta Humala y fue secretario general de la Presidencia del Consejo de Ministros, en la gestión de Juan Jiménez Mayor, quien hoy es nada menos que asesor del secretario general de la OEA.
¿Mera coincidencia? Piensa mal y acertarás, reza un dicho.
Por eso llama la atención que el presidente Humala siga interviniendo en la contienda electoral, pronunciándose a favor de la marcha del 5 de abril que no solo fue para rechazar el autogolpe de Alberto Fujimori en 1992, sino para pronunciase contra la candidatura de Keiko Fujimori.
También lo hizo contra la candidatura de Verónika Mendoza, su ex congresista y ex asistente de su esposa Nadine Heredia, y arremete contra todos pidiéndole a la población a que no se deje convencer con regalos ni falsas promesas por ningún candidato presidencial y exigiendo proyectos bien financiados.
El Jurado Nacional de Elecciones no ha vuelto a pronunciarse por la falta de neutralidad del Presidente de la República, pero sí los candidatos hicieron bien en pedirle ayer que guarde la imparcialidad y que no intervenga en lo que queda de la campaña electoral, vale decir de la primera vuelta, porque sin duda tendremos una segunda votación en el mes de junio.
Keiko Fujimori le pidió que “no se meta en la campaña” y Alan García le recomendó que “mejor se quede callado”, lo cual nos hizo recordar cuando en un foro internacional el rey Juan Carlos de España le gritó al fallecido ex presidente venezolano Hugo Chávez –por coincidencia otrora padrino de Humala- “¡por qué no te callas!”. Hasta mañana, amigos de La Primera.
