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En contra de lo que se tienda a pensar, convertirse en el agraciado de un jackpot o el primer premio de una lotería o un juego de azar de cualquier otro tipo como https://www.casinoonlinedeperu.pe/casino/jackpot-city.html no siempre tiene por qué estar vinculado a la codicia. De hecho, muchos ganadores emplean parte de sus beneficios en hacer buenas obras para promover el bienestar de otras personas.
A continuación, repasamos algunos de los ejemplos más famosos. ¡Toma nota!
Neal Wanless
En 2009, las circunstancias que rodeaban a Neal Wanless no eran precisamente buenas. El vaquero de 23 años, se veía asfixiado por las deudas acumuladas por los impuestos de propiedad atrasadas y se ganaba la vida vendiendo chatarra intentando poder hacer renovaciones en su rancho que no podía financiar y que, de hecho, era uno de los más pobres del condado de Todd, en Dakota del Sur.
No obstante, cuando hizo una visita a una ciudad llamada Winner, decidió invertir cinco dólares en boletos de Powerball eligiendo los números de las fechas de nacimiento de sus familiares. ¿El resultado? Ganó, después de impuestos, la impresionante cifra de 88,5 millones de dólares. No obstante, Wanless declaró que no dejaría de trabajar en su rancho y que tenía claro que destinaría parte de su dinero a ayudar a otros habitantes de su condado. “Así es como funciona en esta parte del estado, la gente se ayuda mutuamente, nos conocemos”, declaró el alcalde de la ciudad, Timothy Grablander.
Cynthia P. Stafford
Desde el momento en que su hermano perdió la vida en un accidente de tráfico, Cynthia P. Stafford se vio obligada a asumir la responsabilidad de cuidar de sus cinco hijos ejerciendo el papel de madre soltera. Además, la situación económica de su padre era mala y tenía que ayudarle cada mes a pagar las facturas.
Hacia enero de 2004 tomó una decisión: Iba a ganar 112 millones de dólares en la lotería y, ¿a que no sabes qué? ¡Lo hizo! Según declara, la cifra de 112 millones de dólares se le metió en la cabeza y se concentró en atraer esa suma de dinero. Para ello, cuenta que dormía con el número anotado (112) en un papel bajo la almohada y que, además, meditaba y visualizaba cada día cómo sería su vida y cómo se sentiría
una vez que se hiciese con el premio.
En 2007 ganó exactamente el premio mayor, de 112 millones de dólares. Cynthia declaró a los medios que había logrado atraerlo a través de la oración y que, además, compraba boletos dos veces al mes escogiendo los números de forma azarosa, guiándose por sus intuiciones y optando por aquellos que le venían a la mente en ese momento.
Familia Smith
Pearlie Mae Smith siempre trató de inculcar en sus hijos la importancia de devolver a la comunidad. De hecho, estos hicieron voluntariado durante su infancia y crecieron ayudando a otras personas menos favorecidas.
La familia continuó esta misma línea cuando se hizo con un jackpot de Powerball de nada más y nada menos que 429 millones de dólares. La gran suma fue dividida en partes iguales entre los ocho integrantes de la familia y crearon la Fundación de la Familia Smith para brindar financiación a organizaciones enfocadas a mejorar la vida de los ciudadanos más vulnerables de su cuidad de Trenton, Nueva Jersey.
Familia Rosenau
Uno de los golpes más duros que vivieron Paul y Sue Rosenau fue la pérdida de su nieta, víctima de una enfermedad rara e intratable. Por eso, cuando cinco años después del fallecimiento ganaron un jackpot de 181,2 millones de dólares, en 2008, supieron exactamente lo que querían hacer.
Debido a que la enfermedad de su nieta sólo afecta a uno de cada 100.000 recién nacidos, no recibe financiación prácticamente para la búsqueda de un tratamiento. Por ello, ambos decidieron fundar “El Legado de los Ángeles” para financiar investigaciones y promover una mayor concienciación.
