En el 2016, Marcelo Odebrecht fue declarado culpable en Brasil por delitos de corrupción, asociación criminal y lavado de dinero, pero sus penas concluyeron en abril de 2023.
A pesar de esto, su defensa legal exigió revisar las irregularidades en las investigaciones al exempresario. Fue entonces que se tomó como ejemplo lo ocurrido con Luis Inacio Lula Da Silva, a quien ya se le habían anulado sus condenas (esto le permitió limpiar su imagen pública), lo cual fue un espaldarazo decisivo para que gane nuevamente las elecciones y sea presidente otra vez.