¡CONGA SÍ VA!

Ministra Vilca dijo días antes de la captura de ‘Goyo’ Santos que proyecto ‘tiene que darse’ 

Pasadas las 10:00 de la noche del miércoles 24 de junio, unos 20 efectivos policiales armados con fusiles automáticos allanaron una vivienda deshabitada en la periferia de Moyobamba (región San Martín), donde hallaron preparándose para dormir sobre un colchón tendido en el suelo al hasta entonces prófugo ex presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos Guerrero (54), sobre quien pesaba una condena de 19 años y cuatro meses de cárcel por delitos de  colusión simple, colusión agravada y asociación ilícita para delinquir vinculados a la adjudicación ilegal de obras públicas.

Al momento de su captura, el dirigente del Movimiento de Afirmación Social (MAS) se preparaba para descansar sobre un colchón  de dos plazas tendido en el suelo, en uno de cuyos extremos se halló un maletín de mano con 5,500 soles en efectivo y un pasaporte, lo que hace suponer a los agentes que alistaba una fuga internacional, una vez que amainaran los rigores de la epidemia. Gregorio Santos vestía una polera de color azul turquesa, un pantalón oscuro y llevaba lentes para leer.

Gregorio Santos estaba incluido en el programa de recompensas del Ministerio del Interior que había ofrecido 100 mil soles a quien diera información de su paradero, por lo que no se descarta que su ubicación clandestina haya sido proporcionada por un informante.

Él había fugado en enero de este año, poco antes de que el Primer Juzgado Penal Colegiado, presidido por Guillermo Huamán, lo condenara por liderar una organización criminal que entregó obras públicas a los empresarios Wilson Vallejos y Luis Pasapera a cambio de sobornos por más de S/ 1’200,000. 

Detención de ex presidente regional  ‘coincide’ con intento del gobierno por echar mano al oro de Cajamarca para remontar la crisis económica dejada por la pandemia. Políticos y empresarios en la trama.

Pero la historia reciente de ‘Goyo’- como lo conocen ss seguidores- podría estar engarzada a otra que viene de atrás: la pugna antigua de los campesinos de Cajamarca por evitar que la Compañía de Minas Buenaventura y la estadounidense Newmont Mining Corporation revivan el proyecto Conga en Cajamarca, como una forma desesperada del gobierno por superar la crisis económica ocasionada por la epidemia.

Abonarían en este sentido las recientes declaraciones de la ministra de Energía y Minas,  Susana Vilca Achata, quien a mediados de mayo dijo, como si soltara un globo de ensayo, que la explotación de valiosas minas como Conga (Cajamarca) y Tía María (Arequipa) tienen que darse de todos modos para enfrentar el zarpazo del Covid-19.

“Todo es posible con el entendimiento del entorno donde se encuentre el proyecto y eso es un trabajo que hay que hacerlo, hay que retomarlo. Tiene que darse, en algún momento tiene que darse”, manifestó la ministra, sin que al parecer los cajamarquinos- tal vez por el encierro- hubiesen prestado demasiada atención al peso de sus declaraciones.

Pero la funcionaria fue más allá, pues pidió a la población que en el pasado se haya opuesto a estos proyectos mineros que reflexione , dado que el país vive no solo una emergencia sanitaria sino un golpe dramático a la economía.

“La minería es un pilar fundamental de la economía. Allí debemos entender, hago un llamado al entorno de los proyectos mineros, ahí donde se tiene que conjugar el entendimiento entre la población (y las compañías mineras)”,  remarcó.

El 30 de enero pasado, más de un mes antes que la epidemia llegara al Perú, el presidente Martín Vizcarra anunció que el proyecto minero Tía María, ubicado en Arequipa, no se ejecutaría definitivamente durante su gobierno. “No están dadas las condiciones”, manifestó, tras las protestas llevadas a cabo por los habitantes del Valle del Tambo. Todo induce a pensar que la devastación lo ha hecho cambiar de opinión.