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El pleno de la representación nacional aprobó esta noche la reforma constitucional que restablece la bicameralidad en Congreso de la República. Sin embargo al no haber superado los dos tercios del número legal de congresistas deberá ser ratificada mediante referéndum.
Fueron 86 votos a favor, 35 votos en contra y 3 abstenciones del texto sustitutorio de los proyectos de ley 660, 724, 792, y otros, que proponen la reforma de la Carta Magna.
Según la norma aprobada, el Senado está conformado por un número mínimo de 60 senadores, mientras que la Cámara de Diputados por un número mínimo de 130 diputados.
Se establece que el número de senadores puede ser incrementado mediante ley orgánica y el número de diputados puede ser incrementado mediante ley orgánica en relación con el incremento poblacional.
Para ser elegido senador se requiere ser peruano de nacimiento, haber cumplido 45 años al momento de la postulación o haber sido congresista o diputado, y gozar del derecho al sufragio, señala la propuesta de reforma constitucional.
La representación nacional rechazó previamente una cuestión previa para que el texto sustitutorio regrese a comisión. El pedido del legislador Segundo Montalvo obtuvo 39 votos a favor, 70 en contra y 7 abstenciones.
“Creo que este es un es importante legado que puede dejar este Congreso al que tanto se le ha cuestionado y al que llegamos muchísimos de nosotros sin experiencia, pero creemos que podemos demostrar, así como hemos tenido la madurez de elegir a miembros TC y BCR, poder devolverle al país un sistema bicameral como es en la mayoría de países democráticos del mundo“, dijo el presidente de la Comisión de Constitución, Hernando Guerra García al sustentar la iniciativa.
La propuesta de reforma constitucional ingresó al debate en el pleno, luego que 87 congresistas respaldaron la reconsideración de la votación del proyecto que plantea retornar a la bicameralidad en el Congreso.
Un congreso que está en negativo su aprobación ciudadana, no puede dejar ningún “legado”, solo dejan el nefasto y vergonzosa forma de arreciar contra los políticos que consideran enemigos y su enfermiza obsesion por denigrarlos hasta terminar con ellos. El legado es el odio, la venganza y los crímenes en nombre de la democracia que han infundido los políticos de derecha en la conciencia de los peruanos, ojalá sea alguna vez resarcidos.