Conoce a Clotilda Román, la emprendedora que superó la pobreza gracias al cultivo de palta

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Gracias a su perseverancia Clotilda encontró en la producción de palta la oportunidad para lograr su desarrollo

Clotilda Román se ha convertido en una ejemplar productora en su pueblo Cochorco, ubicado en la provincia de Sánchez Carrión, región La Libertad. Su apuesta por el cultivo de palta la ha convertido en una exitosa emprendedora. Foto: Luis Puell
Clotilda Román se ha convertido en una ejemplar productora en su pueblo Cochorco, ubicado en la provincia de Sánchez Carrión, región La Libertad. Su apuesta por el cultivo de palta la ha convertido en una exitosa emprendedora.

Hace cuatro años, Clotilda Román Cruz empezó a cultivar la receta para sacar adelante a su familia. Fue con paltas, sudor, y harta perseverancia, pues en su natal Cochorco, en la provincia de Sánchez Carrión, en la región La Libertad, el 93.9 % de pobreza y el 50.2 % de pobreza extrema limita las oportunidades.

Como beneficiaria del programa Juntos desde el 2006, Clotilda fue elegida como una de las 31 productoras para participar del proyecto de palta Hass de Procompite, impulsado por la Municipalidad Distrital de Cochorco.

Clotilda no se hizo paltas y avizoró la oportunidad que ella y su esposo Eduardo Serín López estaban esperando. Un nuevo cultivo, con asesoramiento técnico podría traer mejores ingresos para salir adelante.

“Yo me anoté y el ingeniero nos dio 40 paltos para sembrar y después con mi esposo decidimos comprar aparte más. Cuando ya teníamos nuestras plantas, venía el ingeniero a asesorarnos sobre cómo cuidar nuestras plantas para que podamos producir”, recuerda Clotilda.

Pero el palto toma su tiempo para echar raíces y generar los primeros frutos, y durante ese tiempo puede ser víctima de plagas u hongos, como aquel que estuvo a punto de arrebatarle los sueños a la familia de Clotilda.

“Cuando la palta empezó a amarillar, empecé a hablar con los ingenieros que venían y les decía que vean mis plantas porque estaban todas amarillas, pero no veían algo malo”, refiere.

Sin embargo, ella no se detuvo, y contactó a un ingeniero por WhatsApp, quien le indicó cómo curarla porque estaba con hongos. “El ingeniero nos dijo que escarbemos la raíz. Resultó que tenía unas bolitas y nos dijo que era hongo y nos recetó una medicina. Ahora la palta está bonita, tiene fruto, está bien”, acota.

En noviembre del 2021, luego de tres años de cuidados, vino la primera cosecha: unos 270 kilos de paltas Hass revestidas de esperanza y felicidad. “La palta estaba rica, amarillita”, comenta.

“Cuando recién nos dieron las plantas nos dijeron que teníamos que hacer pozos mezclados con cal y ceniza para preparar la tierra y sembrar los plantones de palta. Tuvimos que hacer 40 pozos, mi esposo y yo trabajamos juntos. Si supieran cómo uno se siente ahora, feliz porque uno cree que ya algo vamos a tener”, manifiesta la productora.

La palta Hass es actualmente la variedad más comercial en el mundo. Es un fruto de textura suave y sabor delicado. Tiene la piel gruesa y rugosa permitiéndole tolerar bastante bien el transporte a largas distancias.

Nuevo reto

Actualmente, Clotilda y su esposo viven con Joyci y Eduardo, los dos últimos de sus ocho hijos, pues sus hijos mayores ya se casaron y viven con sus familias en otras zonas de la región, situación que puede beneficiarla.

Ahora el reto para Clotilda es mejorar la comercialización para obtener el máximo de ganancias y poder vender directamente porque, según ella, los intermediarios ofrecen precios bajos y para luego obtener precios altos.

“Estamos averiguando precios en Pataz donde vive mi hija o en Retamas porque ahí se comercializa bien y ofrecen precios altos. Queremos conectar con una empresa que comercialice porque la vez pasada se llevaron toda la cosecha, esa también es una opción, pero solo si ofrecen buen precio”, aseveró.

Eduardo Serín López, esposo de Clotilda, resalta que ella se esfuerza en apoyar en el hogar económicamente.

“Me da aliento, me ayuda, me encanta mucho su proceder, la estabilidad que tiene ella. Nosotros trabajamos juntos y estamos de acuerdo en todo, gracias a Dios. El emprendimiento más exitoso que tenemos es este sembrío de paltas y ahora estamos produciendo algo ya”, subraya.

Linda, la hija mayor de Clotilda, destaca el espíritu emprendedor de su madre. Asegura que su principal cualidad es la capacidad de no rendirse jamás. “Cuando cultivaba sus paltas se secaron y mi padre se deprimió por el esfuerzo que habían hecho, pero ella le daba ánimos para seguir adelante y buscaron más paltas y sembraron más, y hoy ya está dando frutos”, subrayó.

Linda dice su madre le aconseja que sea independiente y que no dependa de nadie. Me ha ofrecido ayudarme en el cuidado de mi bebé para ponerme a trabajar. “Me repite que tengo que valerme por mí misma, hacer cosas, vender. Me alienta a vender papa rellena, anticuchos para mi diario, para mí misma”, resalta.

Clotilda ha sabido sacarle la vuelta a las adversidades que se agigantan con la pobreza. Si receta, después de cuatro años sigue siendo la misma: paltas, sudor y perseverancia.  

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