“Si gana la oposición y quieren destrozar todo lo ganado, existe la figura de muerte cruzada. Tenemos mayoría en la Asamblea y en un año nos podríamos ver de nuevo”, dijo Correa, tras aceptar que en el mes de abril se realizará la segunda vuelta electoral entre el candidato oficialista Lenin Moreno, y el líder de la oposición Guillermo Lasso.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó que aplicará la “muerte cruzada” si el opositor Guillermo Lasso gana la segunda vuelta electoral del 2 de abril.
De acuerdo al mandatario, la medida será aplicada si la oposición intenta desmantelar lo logrado en 10 años, pero dijo estar confiado “en una victoria contundente en la segunda vuelta”.
Según esta facultad, incluida en la Constitución del 2008 que Lasso quiere someter a consulta popular, los poderes Ejecutivo y Legislativo tienen la potestad de disolverse mutuamente por una sola vez en los tres primeros años de gestión, luego de lo cual se debe llamar a elecciones generales.
Con el 99,5% de las actas escrutadas el presidente del CNE, Juan Pablo Pozo, informó en cadena de televisión que el izquierdista Moreno, un administrador que padece de paraplejia, sumó el 39,3% de los votos válidos frente al 28,1% de Lasso, un ex banquero que busca por segunda vez la presidencia de Ecuador.
Pese a que Moreno logró la diferencia requerida de más de 10 puntos porcentuales sobre el segundo, el no obtener el 40% de votos necesarios es un revés para el oficialismo luego de que Correa ganó las presidenciales del 2013 en primera vuelta con una ventaja de casi 35 puntos porcentuales sobre Lasso.
Correa dijo que su candidato obtendría unos 75 de los 137 puestos en la Asamblea Nacional, lo que le daría una mayoría al oficialismo en el poder Legislativo.
Lasso, quien tuvo su paso por la administración pública como gobernador, embajador y ministro de Economía, logró convencer a casi un tercio de los votantes, descontentos con las políticas de Rafael Correa, su estilo confrontacional y el manejo de la economía que se habría contraído un 1,7% en el 2016.
Y, aunque para la segunda vuelta el resto de los candidatos opositores ha dicho que se sumaría a su campaña, analistas dicen que tiene un fuerte rechazo, en parte, porque sigue asociado a la crisis financiera de 1999 que obligó a miles de ecuatorianos a emigrar dejando atrás un país sumido en el desempleo y la inflación.
Al concluir su mandato en mayo, Rafael Correa contó que irá a vivir a Bélgica, donde cursó una maestría y de donde es ciudadana su esposa, Anne Malherbe. “La mejor manera de tenerme lejos es que se porten bien. Si se portan mal, me les presento y les vuelvo a derrotar”, sentenció.