CUESTION DE DECISIÓN Y CARACTER

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Editorial PPK-KeikoLa exhibición de pareceres, propuestas, preguntas, respuestas y porque no decir de ‘puyazos’ entre ambos candidatos  en el último debate presidencial está  definiendo tácitamente el empate técnico que arrojaban las encuestas la semana pasada. La candidata Keiko Fujimori de Fuerza Popular está adelantando firmemente a su contendor Pedro Pablo Kuczynski de Peruanos Por el Kambio, haciendo básicamente una exhibición coherente de firmeza de carácter ante hechos puntuales y cierta agresividad al momento de defender sus ideas. Lo cual le ha redituado pasar a la delantera en el resultado de las encuestadoras sobre su aceptación popular e intención de voto.

Hace mucho tiempo que no había en el tapete político un líder o lideresa con las características expuestas por Keiko Fujimori. Los problemas que el Perú tiene y lo complejo de la sociedad peruana requiere de una lideresa con  mano firme, determinación y que actué de manera frontal y directa  al momento de enfrentar los grandes retos que propone dirigir un país.

Algunos sectores políticos y de la opinión pública se han pronunciado  criticando la actitud agresiva con la que  Keiko Fujimori salió a enfrentar el debate y a encarar a Kuczynski. Y yo pregunto: ¿Y de que otra manera puede salir un político con convicción a defender sus ideas y a conseguir sus objetivos, sino es con determinación y firmeza?. Lo que sucede es que la gente y la clase política está mal acostumbrada a la mediocridad y a las actitudes  indecisas y timoratas que han venido exhibiendo la mayoría de los que se hacen llamar líderes políticos o representantes del Estado.

El último mal ejemplo es el presidente Ollanta Humala quien a lo largo de su mandato no ha sabido inspirar seguridad ni firmeza, ni con sus dubitativas expresiones verbales ni con las decisiones asumidas durante su gobierno. Y mucho menos  ante las demostraciones vergonzosas de falta de carácter propiciadas por su cónyuge en más de una presentación pública.

En mi opinión me atrevo a decir que Keiko Fujimori, de consolidar su  triunfo electoral en las elecciones presidenciales del próximo 5 de junio, marcará un hito importantísimo en la forma de hacer política en el Perú. El tiempo de las aguas tibias estaría por terminar al encumbrarse Keiko Fujimori como la primera presidenta del Perú. Pondría fin a una nefasta e inútil racha de mandatos presidenciales marcados por el formalismo hipócrita y cobarde del “dejar pasar y dejar hacer”.

El Perú no se puede dar el lujo de seguir eligiendo lideres débiles a quienes le tiemble la mano al verse enfrentados a enemigos como la inseguridad ciudadana, los remanentes del terrorismo, la corrupción enquistada en el Estado y los grandes grupos de poder que quieren  ponerle ruedas al Perú para llevárselo por delante. Necesitamos un presidente con los pantalones bien puestos, que mire a los ojos y que acometa hasta las últimas consecuencias al momento de defender los intereses de las grandes mayorías.

Para gobernar al Perú se necesita un presidente con carácter fuerte, que no se case con nadie y que no tenga miedo de expresar su verdad donde y con quien sea. Está llegando el tiempo de ganar todas nuestras batallas, de conquistar nuestras victorias y consolidar una posición  sobresaliente como nación en América del Sur.  Tenemos los recursos que nos da la tierra bendita que pisamos, tenemos el anhelo y la determinación de progresar, sólo necesitamos las coordenadas que nos indiquen por donde enrumbar nuestros esfuerzos. El Perú tiene una gran expectativa y una enorme esperanza que las cosas van a cambiar para mejor. Todo es cuestión de decisión y carácter. Hasta mañana mis amigos de Primera.

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