¿El duelo por la pérdida de una mascota se compara al de una persona?

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Psicólogo clínico explica qué puedes hacer ante la pérdida de tu engreído de cuatro patas

La relación de una persona con su mascota es única, y por esa razón su partida puede causar mucha tristeza. Un sentimiento poco comprendido por la familia y amigos. Foto: ANDINA/Daniel BracamonteANDINA/Daniel Bracamonte
La relación de una persona con su mascota es única, y por esa razón su partida puede causar mucha tristeza. Un sentimiento poco comprendido por la familia y amigos.

    

Quienes han pasado por la experiencia de perder a su engreído de cuatro patas conocen el dolor que produce su partida, aunque no siempre lo manifiestan ante los demás por el temor de ser cuestionados por sentir tanta tristeza “si solamente es un animal”.

El fotógrafo Carlos Wertheman Herrera se sintió devastado la mañana del 19 de mayo cuando Feng, su perro de raza Shar pei, dejó de existir para convertirse en una estrellita del firmamento. Sabía que su amigo fiel, de 14 años, partiría en cualquier momento porque tenía una grave enfermedad. “Pero uno nunca está preparado para la partida de alguien que ama”, comenta.

Carlos Wertheman Herrera, con Feng, en uno de los tantos momentos que compartieron juntos.

Sentí un enorme vacío y desesperanza que traté de ocultar, no diferenciaba si era un ser humano o un perro. El duelo ha empezado cuando me di cuenta de que Feng ya no volverá más. Me hace falta y me duele todavía. Existen personas que lo superan rápidamente, y otras que no. No sé en qué escenario estaré”, cuenta.

¿Es posible que la muerte de una mascota pueda afectar tanto a la persona que lo cuida? “Sí, porque los seres humanos generan vínculos de convivencia“, responde el psicólogo Walter Pequeño Salas, autor de la investigación Experiencia subjetiva sobre el proceso de duelo frente a la pérdida de una mascota, con la cual obtuvo su título en la Universidad Católica.

Cuando una persona tiene una mascota, generalmente pasa mucho más tiempo con ella que con su familia o amigos. La cuida, comparte lo bueno y lo malo de su vida. Va generando un vínculo que, mientras más intenso sea, mayor será el duelo que experimente por su partida”.

Walter Pequeño Salas, tuvo una mascota a la que perdió, Capitán Morgan, al que perennizó con un tatuaje.

Sin embargo, la mayoría de personas aún no comprende la tristeza, y hasta la depresión, que pueden sentir quienes pierden a su can, minino u otra mascota. Inclusive los mismos dueños no admiten que, quizás, puede ser más doloroso que la muerte de un ser querido, precisa el especialista. 

¿Qué vínculos se construye con la mascota? 

Según el psicólogo clínico, hay quienes sienten que su mascota es su hijo, otros lo consideran su hermano y hasta el amor de su vida. La relación es mucho más que familiar, y por esa razón, muy intensa. 

A esto se suma que los perros y gatos entienden mucho el lenguaje humano y expresan su cariño, y quienes crían una mascota también buscan en ellos una fuente de validación y entendimiento

Uno puede hablarles y te van a escuchar. Entienden tu tono de voz y están atentos, algo que muchas veces no encontramos en las personas cuando uno quiere conversar porque la amiga o amigo solo está esperando su turno para hablar. El vínculo que se construye con la mascota es único“, señala el también especialista en duelo y terapia.

¿Qué hacer si fallece tu mascota? 

Para Pequeño Salas, es recomendable que, ante el fallecimiento esperado o intempestivo de una mascota, la persona de rienda suelta a su dolor y no lo reprima porque, de lo contrario, no demorará mucho para procesarlo. Aconseja seguir los siguientes pasos:

– Aceptar la realidad de la pérdida, que ya falleció y no va a regresar nunca más.

– Aceptar los sentimientos que aparecen por la pérdida, como la tristeza, la ira, la frustración, la culpa. 

Lo que sientas, acéptalo; si tienes ganas de llorar, gritar o encerrarte en tu cuarto, hazlo. En caso de que la sociedad no valide tu duelo, si creen que exageras porque solo es un animal, no le hagas caso”, recomienda.

-También propone adaptarse, poco a poco, al medio que se compartió con la mascota y aceptar que estará ausente para siempre. Es complejo, pero se tiene que hacer.

-Recolocar emocionalmente a la mascota que falleció y seguir viviendo. Es decir, darle un espacio adecuado en la vida emocional para recordarla sin que impida continuar con la vida cotidiana. Es la parte más difícil y compleja.

Años después de perder a Capitán Morgan, Walter adoptó a Lola, una perrita de casi 4 años que hoy es su fiel compañera.

¿Qué es el duelo?  

El especialista define el duelo como el período de transición que empieza después de que alguien muy querido muere. Tiene un tiempo de duración y puede manifestarse con depresión, cólera o cargo de culpa.

El duelo por la pérdida de una mascota es comparable con el duelo por la pérdida de un ser humano, y su intensidad dependerá siempre del tipo de relación. No distingue género ni edad, puede ser más intenso para un adulto mayor porque reemplaza a los hijos que se fueron del hogar o para un joven de 20 años, que la convierte en su mejor amiga porque solo vive con ella”, aclara.

Si la muerte es inesperada y la familia, pareja y amigos no comprenden el drama personal, el duelo puede ser difícil, se prolonga y hasta se hace complejo, pues casi siempre se presentará el sentimiento de culpa en el dueño. En cambio, si la mascota lleva tiempo enferma y fallece, el duelo puede ser menos complicado.

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